EUSKADI: SEDE DE LA COMPETITIVIDAD 2012

A lo largo de esta semana, una vez más, Euskadi vuelve a concentrar el pensamiento creativo e innovador, fruto de su apuesta pionera y permanente en la vangaurdia del conocimiento aplicado en el amplio y complejo mundo de la competitividad. En esta ocasión, lo hace dado su rol destacado en el espacio de la «clusterización de la economí­a».

En estos dí­as, el Instituto Vasco de Competitividad-ORKESTRA será el anfitrión de medio millar de «practitioners» del mundo de la clusterización. Hoy en dí­a, el mundo vive una generalizada apuesta por la clusterización como herramienta eficaz en la búsqueda de la competitividad empresarial, social y prosperidad de los paí­ses y sus ciudadanos. Así­, de la mano de la TCI, http://www.tci2012.com asociación mundial de expertos y organizaciones acádémica, gubernamentales y empresariales dedicadas a la práctica de la clusterización, su Congreso anual (15th TCI Annual Global Conference), permitirá contrastar novedades, aprendizaje y mejores prácticas.

El Congreso de este año se desarrolla en un momneto especial: una creciente ola recesiva en l economí­a mundial con especial virulencia y dramatismo en Europa. El momento permite constatar como aquellas regiones que, en su momento, apostaro por  el concepto COMPETITIVIDAD y la manera adecuada de conseguirla dando respuesta a las tendencias y demandas naturales que encontraban su mejor solución desde la clusterización de las economí­as presentes y deseables en un territorio determinado, han sido capaces de responder de mejor manera a los embates externos. Euskadi es un caso claro. Hoy, pese a las dudas y temores del pasao, el Paí­s vasco fue capaz de afrontar una inevitable modernización y reconversión de su economí­a, construyendo su futuro desde aquellas capacidades, empresas y valores preexistentes, asumiendo riesgos y esfuerzo hacia ina estrategia de futuro que obligó a «ir contra corriente». Hoy, 30 años después de ese cambio radical soportamos mejor la crisi que nuestros vecinos y afrontamos, desde nuestras fortalezas, una nueva etapa de cambios necesarios con la convicción de saber que, también, saldremos adelante.

El momento es especialmente oportuno. Una vez más, el «suicidio económico» de las polí­ticas seguidas por la Unión Europea para enfrentarse a una crisis mal diagnosticada exclusivamnete centrada en la punta del iceberg del sistema financiero, bajo el peor tratamiento recetado-a todos por igual- del «ajuste ví­a recorte presupuestario» y la generalizada descalificación de lo entes subnacionales, confiando en que la aproximación macroeconómic salvarí­a al enfermo, encuentra la oposición incluso del Fondo Monetario Internacional que, fiel a su historia de escasos éxitos sociales, se habí­a alineado con dichas polí­ticas. Su reciente informe de la semana pasada, si bien vuelve a insistir «en la buena dirección de determinadas polí­ticas, criticando su irregular y tardí­a implementación», destaca como Europa necesita un cambio de timón, urgente, hacia polí­ticas de crecimiento, desarrollo regional cohesionado y creación de empleo. Dichas polí­ticas serán inviables si no se produce una sustancial apuesta del sector público. La inversión innovadora, el acomoo temporal de ajustes y déficits, la prioridad en el capital humano y social, la nueva governancia infraestados, resultan vitales si en un esfuerzo de solidarida intergeneracional no se reconducen las estrategias de futuro. En el escenario actual, España y Grecia, en primer lugar  y, más tarde, Europa en su conjunto, profundizarán su crisis  hasta al menos el 2018 dando lugar a una década perdida y a una base nefasta para cualquier expectativa de futuro para las nuevas generaciones.

Esta semana, Euskadi tiene la oportunidad de anteponer modelos diferentes. Ideas contrapuestas a ese pensamiento único paralizante. Provocar el debate a la búsqueda de nuevos modelos, a la apuesta por una clusterizaión superadora del individualismo, de  la competencia suma cero, de  la globalización que prescinde de la base paí­s y soportada en  salidas individuales ajenas a las fortalezas reales de las personas, empresas y paises. Es el momento de reclamar al mundo su atención en el profundo grado de desigualdad entre regiones, advertir sobre diferentes posibilidades de supervivencia. Es el momento de decirle a los demás que el futuro no es uniforme ni mucho menos un regalo espontáneo. Responde, por el contrario, a unas aspiraciones y propósito concreto, a un saber hacer determinado, a un esfuerzo colectivo y a un compromiso a largo plazo. Esto es lo que hay detrás de la clusterización y de la competitividad. Esto es economí­a. Esto es ideologí­a. Esto es hacer polí­tica. De esto trata el Congreso que mañana iniciamos. Por supuesto se hablará de las experiencias de empresas exitosas que han sabido estblecer sistemas colaborativos para su internacionalización, innovación y desarrollo tecnológico. Estudiaremos la forma en que una infraestructura genera impacto en el dearrollo local, sus empresas y ciudadanos. Observaremos experiencias de generación de partenariados público-privados, veremos la manera de construir clusters de futuro y d apostar por la economí­a del conocimeiento en el marco de la economí­a creativa, la energí­a y la bioceincias. Pero, sobre todo, aprenderemos de la institucionalización colaborativa, de la governanza, el esfuerzo, el emprendimiento arriesgado y la glokalización sabiendo que lejos de moverte por razones «aldeanas del pasado», apostar por identidad, cultura, pertenencia y desarrollo local es la mejor de las fortalezas para mundializar la economí­a, potenciando el capitl humano y las oportunidades de empleabilidad para tu sociedad.

Clusterizar para la Competitividad. SI, pero, bien entendida, al servicio de la prosperidad de las personas.

Recuperando el debate sobre Polí­tica Industrial

    En plena crisis económica-financiera con una Europa recesiva surgen los ejemplos diferenciados de aquellas regiones y paí­ses que afrontan con mayor fortaleza y éxito la grave situación. No por casualidad, son aquellos que han apostado por la economí­a real y han creado estrategias sostenidas en favor de la industria, su renovada innovación, fortaleza tecnológica y una integrada respuesta en favor del bienestar de la mano de redes sociales (Educación y Salud).

    En este amplio contexto, los debates electorales y sociales en curso son un buen «campo de batalla» para confrontar estrategias. En el caso de Catalunya y Euskadi (Paí­s Vasco) vs. España y su desertización industrial sustituida por el «boom del ladrillo», por ejemplo.

    En el caso del Paí­s Vasco, hoy referente imprescindible en el debate europeo, se refuerzan mensajes revitalizadores de la exitosa estrategia industrial impulsada hace 30 años al acceder al autogobierno. Unas breves aportaciones al debate se recogen en la entrevista publicada, por el diario DEIA y el Grupo Noticias: 

http://www.deia.com/2012/10/05/politica/elecciones-2012/estamos-en-el-camino-de-una-nueva-independencia-real

Catalunya: ARA NO TOCA?

Esta mañana se ha celebrado en Moncloa (despacho oficial del Presidente del gobierno español) una esperada reunión entre el Presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy y el President de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas.

Pese a la formalidad e importancia institucional de una reunión de estas caracterí­sticas, la prensa ya se habí­a encargado de descafeinarla publicando la posición de uno y otro antes del encuentro. Desgraciadamente, como en otras tantas ocasiones, un asunto de tanta seriedad y trascendencia como el que estaba en cuestión, habí­a sido despachado en chascarrillos de prensa. El asunto no era intrascendente: el President Mas trasladaba el acuerdo que por mayorí­a absoluta habí­a aprobado el Parlament de Catalunya instando al gobierno español a la negociación de un «Pacto Fiscal» que posibilitara a Catalunya una gestión autónoma de sus ingresos y gastos fiscales en un modelo propio y diferenciado de la generalidad de las Comunidades Autónomas del estado (ahora que, al parecer, la mayorí­a de ellas reniegan de su status y responsabilidades para solicitar una vuelta recentralizadora bajo el paraguas de un rescate de España y su economí­a desde la Unión europea).

Adicionalmente, la visita del President Mas vení­a precedida de una manifestación, sin precedentes, de más de 1 millón de catalanes que, celebrando su DIADA, pedí­an la independencia de su paí­s. Obviamente, desde el Rey español, los partidos polí­ticos centralistas (o centralizados en cuanto a sus equipos de gobernanza y poder) y la mayorí­a de los medios de comunicación habí­an marcado sus posiciones, destacando «la barbarie e insensatez de los nacionalistas catalanes, la inoportunidad del momento en plena crisis, las prioridades de los españoles, el perjuicio que manifestaciones y peticiones de este tipo pueden suponer para el rescate español «que algún dí­a llegarờ y el anuncio del miedo de las cientos de empresas multinacionales con sede en Barcelona que empiezan a preparar su salida hacia otro lugar más estable o seguro» (en principio, lógicamente, lo más lejos posible del estado español, atendiendo a su recesión, desempleo, desbarajuste fiscal, escasa competitividad, desconfianza en el sistema judicial, corrupción en la Casa Real…). Como siempre, el demonio de los nacionalistas (siempre y cuando sean catalanes o vascos. Si se tratara de españoles, el nacionalismo desaparece para convertirse en cuestión de principio, soberaní­a y respeto a los derechos históricos) hací­a su aparición.

Pues bien. Hoy solamente quiero recordar unas palabras del entonces President de la Generalitat, José Montilla pronunciadas de forma solemne en 2008 en pleno proceso de reforma estatutaria. (Cabe recordar que el Sr. Montilla era el secretario general del Partido Socialista en Catalunya, miembro de la ejecutiva del PSOE, ex Ministro en el gobierno español. Es decir, miembro destacado de los nacionalistas españoles que no catalanes):

«SI CATALUí‘A PIERDE SU CAPACIDAD COMPETITIVA Y SU CAPACIDAD DE GARANTIZAR LA COHESIí“N SOCIAL PUEDE QUEDAR ATRAPADA ENTRE UNA ESPAí‘A QUE MO LA ATIENDE (NI  ENTIENDE) Y UN FUTURO PROGRESO AL QUE NO PODRí LLEGAR»

«NO HACE FALTA QUE INSISTA EN EL RIESGO DE DESAFECCIí“N SI LOS CIUDADANOS DE CATALUí‘A NO SIENTEN QUE EL ESTADO APUESTA POR LAS NECESIDADES Y DESEOS DE CATALUí‘A.SOLO DESDE LAS RAZONES Y LOS ARGUMENTOS Y NO PLANTEANDO FALSOS DILEMAS, PODEMOS CONSTRUIR FUTUROS COMPARTIDOS»,

«CATALUí‘A PUEDE NEGOCIAR, SI. PERO YA NO PUEDE ESPERAR MAS Y, SOBRE TODO, NO PUEDE ACEPTAR QUE SE LE DIGA QUE ARA NO TOCA». Entonces, ni sus compañeros de partido, ni el presidente del gobierno español-correligionario suyo-cumplieron sus promesas respetando la decisión democrática de los catalanes en su Parlamento, ni el Congreso de los Diputados quiso enterarse y el Rey aún no habí­a estrenado su página web y no dijo nada. Hoy, al parecer, piensan, otra vez, que «ARA NO TOCA»…

September 11. Años mas tarde.

   La  tragedia del 11-S que marcó no solamente el sentimiento de vulnerabilidad de la sociedad norteamericana, un antes y un después en la relación libertad-seguridad y, también, la excusa para  que servicios de inteligencia, ejércitos y gobiernos inventaran excusas y pruebas para avocar al mundo a sendas guerras en Irak y Afganistán, ha dejado una profunda huella en el americano medio y en el neoyorquino en particular. Más allá de las ví­ctimas vilmente asesinadas por el terrorismo injustificable, y los cientos o miles de familias y proyectos de vida truncados, verdaderos perdedores de la masacre.

   Hoy, años después, Nueva York ha amanecido con plena normalidad. Incluso son escasos los actos in memoriam programados, la vida parecerí­a seguir su cauce normal y no se observan medidas especiales que hagan recordar tan señalado dí­a.

   He  llegado al aeropuerto JFK para tomar un vuelo internacional y tanto el checking como los controles de seguridad han sido especialmente simples y rápidos para lo que es habitual en este aeropuerto. Quizás, la mayor nota discordante esté en el debate polí­tico entre los gobernantes de la Ciudad y el Estado de Nueva York a causa de la financiación, la gestión y el protagonismo principal del Museo de las Victimas a situarse en el antiguo World Trade Center, futuro Centro de la Libertad y la Memoria. Se anuncia que no ha sido posible llegar a tiempo para una inauguración provisional, tampoco lo estará el año próximo y abriga dudas razonables para su concreción antes del final de la construcción del nuevo espacio inmobiliario de la antes llamada zona cero.

   En la calle, otro debate mayor: la campaña presidencial de Noviembre. En plena fase final, Obama lucha por convencer a sus desanimados votantes que no se ha apartado de sus promesas si bien confundió u omitió los plazos. Pide renovar su confianza y otorgarle otros cuatro años para  cumplir lo prometido, vencer a la realidad y evitar que «los de siempre» destruyan lo que él ha empezado a cambiar. Por contra Romney apela a los resultados observables de la era Obama, al desempleo creciente, al empobrecimiento relativo generalizado del ciudadano medio en estos cuatro años y sugiere se analice su gestión a lo largo de su vida polí­tica y empresarial: «yo no hablo de lo que he estudiado y aprendido en libros, como otros, yo digo que haré lo que ya he hecho».

   Hoy el 11-S no es moneda de cambio o confrontación en la elección americana. Lo es la economí­a, el bienestar de la clase media y la capacidad de ofrecerle un futuro mejor.

   A miles de kilómetros de distancia, cientos de miles de familiares y nuevas ví­ctimas continúan librando las batallas de Afganistán e Irak y el mundo es, sin duda, diferente a lo que era aquel fatí­dico 11-S. Sobrevuelo Guantánamo. Definitivamente, el mundo es diferente y el dí­a, de normal, tiene más bien poco.

RESOLUCIí“N vs. REESTRUCTURACIí“N.

     La recientemente aprobada sexta reforma del sistema financiero español (el que hace tan solo menos de cuatro años era el mejor sistema financiero del mundo según el Presidente Zapatero y las autoridades bancarias y financieras españolas) incorpora el concepto comunitario europeo «resolución» al objeto de regular nuevos instrumentos que faciliten la liquidación ordenada de entidades de crédito claramente inviables. Esta ví­a, a la vez que incorpora una alternativa activa para terminar con entidades cuyo deterioro es tal que desaconseja cualquier tratamiento parcial o parcheo avocados al fracaso, posibilita minimizar el coste de los procesos públicos que han de intervenir de forma inevitable ante la imposibilidad del mercado en aportar una respuesta justa, equitativa, y adecuada a los tiempos.

     Así­, al margen de otras consideraciones que los contenidos del citado Real Decreto- Ley nos merecen y serán objeto de próximos comentarios, merece la pena resaltar algunos elementos clave que deberí­amos recordar a lo largo de los próximos meses:

1)   El gobierno español y las autoridades financieras del Estado español han dejado de tener capacidad  de decisión propia, limitándose a traducir las «sugerencias y recomendaciones» del G-20, del Fondo Monetario Internacional y de la UE a través de su «Memorando de Entendimiento» para acudir al rescate de España. Pocas veces, el preámbulo y exposición de motivos de un decreto ley de un gobierno es tan explí­cito reconociendo porqué se propone su aprobación, cuál es su origen y en donde residen las limitaciones de actuación y margen de maniobra.

2)   Los nuevos instrumentos y í“rganos de Gobierno financiero (FROB, Banco de España, Sociedad de Liquidación de activos tóxicos…) modifican su composición, funciones y organización y dan entrada relevante a los representantes de la troika (BCE, FMI, UE) gestora y controladora del sistema reformado.

3)   Al margen de cualquier uso del lenguaje y de comunicado oficial al uso, el BOE certifica, en esta norma, el rescate o intervención del sistema financiero español.

4)   La figura de la «RESOLUCIí“N» es una buena noticia si se acierta en su aplicación. ¿Quién decidirá si un banco o entidad de crédito no tiene futuro de la mano de restructuraciones parciales y sucesivas?, ¿Quién definirá el momento y el coste alternativo para aplicar esta figura a una entidad concreta? Tomada esta compleja decisión, ¿Cómo se procede a «matarlo»? Atendiendo al Decreto Ley, la decisión conlleva una serie de acciones de obligado cumplimiento y que parecen razonables: cese y sustitución de los órganos de dirección y administración de la entidad a «resolver», asignación de activos y pasivos a entidades de la competencia (o a una banca pública), aprobar un plan ad hoc con la consiguiente financiación extraordinaria que incluya un » primer sacrificio» de los accionistas, acreedores preferentes y titulares de deuda subordinada acompañados de la aportación pública necesaria, previa autorización de Bruselas y los «vigilantes de negro», valoración «real» de los activos tóxicos que habrán de transferirse al «banco malo» de próxima creación.

5)   Adecuación del core capital de las entidades financieras a un parámetro y criterio homogéneo (9%), lo que supone un nuevo ajuste del sistema y una nueva discriminación generalizada sin tener en cuenta realidades diferenciadas ni comportamientos del pasado, premiando, nuevamente, a quienes no hicieron bien sus deberes.

     Por tanto, está por ver la fortaleza de un gobierno que ha de tomar estas medidas, su grado de mediatización y dependencia, las garantí­as de transparencias y la eficacia de su aplicación e impacto. De momento, la primera señal no ha sido demasiado ejemplar, aprobando una nueva asignación de 4.500 millones de euros a Bankia, justo unas horas antes de publicarse esta norma, evitando la aplicación de la misma.

     Finalmente, un último peligro: la exposición de motivos nos advierte la temporalidad de la norma aprobada, sujeta a los cambios que la directiva europea en trámite pueda incluir. Asistirí­amos a una nueva reforma financiera. Esta vez, claramente impuesta desde el exterior sin maquillaje alguno. Es decir, asistimos a, más que a una Resolución a una fase más de la restructuración en curso.

De Londres a Rí­o.

        La extraordinaria organización británica de la última edición de los Juegos Olí­mpicos celebrados en Londres culminaba ayer con una espectacular ceremonia de clausura abrazando al nuevo organizador,Rí­o de Janeiro.

       Como en otras ocasiones, serán muchas las reflexiones que desde diferentes ópticas ( deportiva, infraestructuaras, imagen, económica…) habrán de hacerse tanto desde los organizadores como desde las diferentes delegaciones particpantes como desde los simples espectadores.En lo personal, destaco el éxito estratégico de su uso como impulso a la renovación de la ciudad y el compromiso inspirador de sus habitantes. A partir de aquí­, me surgen unas cuántas preguntas que muy probablemente no encuentren respuesta o no sean tenidas en cuenta por quienes tienen en sus manos la capacidad de hacerlo:

1) ¿En qué consiste el verdadero «olimpismo» y a qué se debe la ausencia de coherencia entre las diferentes disciplinas deportivas incluí­das en los juegos?¿ qué es lo que califica a un deportista-además de sus marcas previas -para competir? ¿Tiene sentido hablar de olí­mpicos en el caso de jugadores profesionales ( casos llamativos como el futbol, el tenis o el baloncesto) que hace unos dí­as jugaban finales de campeonatos «mundiales»,»opens millonarios» o prstigiosas ligas como la NBA o la Champions League? ¿En donde ha quedado el deporte «amateur» cuando los diferentes paí­ses y sus federaciones deportivas establecen sueldos olí­mpicos» para sus representantes, dotando, además ,de premios e incentivos sponsorizados por las marcas comerciales que financian los juegos?

2) ¿Será posible-al menos en los medios de comunicación españoles- seguir alguna retransmisión de los juegos en que nos reseñen lo que está sucediendo, pongan en valor a los protagonistas reales de cada evento, destaquen los triunfos y el buen  hacer de las personas en cuestión,  comenter lo que se está viendo,en lugar de ocuparse  de descalificaciones e insultos a los contrincantes de España y no tengamos que comparar todo con lo que pasó en la Barcelona de 1992 o lo que pasarí­a en el Madrid de 2016,2020 o 2024… y ,por supuesto,la mala suerte de los que no han ganado siendo mejores o el triunfo injusto de quienes ganan?

3) ¿Cuál es el uso previsto para las infraestructuras deportivas construidas? ¿Cuál es su modelo económico y el impacto real en el paí­s-ciudad sede?

      Sea cuál se la respuesta y valoración de estos juegos concretos, en este espacio de competitividad y desarrollo de ciudades y regiones, resulta necesario valorar otro aspecto esencial:el impulso transformador y renovador de una Ciudad. Una vez más, la ciudad organizadora ha sabido aprovechar un evento para repensar una estrategia ciudad.Lo ha hecho de forma singular, apostando por nuevos espacios, renovando zonas deprimidas, integrando las instalaciones en un nuevo espacio de futuro.Y, más allá del marco fí­sico, ha sabido trascender a sus ciudadanos, favoreciendo la incorporación de su diversidad, de su orgullo y sentido de pertenencia y la fuerza de su lema «Inspirando una nueva generación», no solo para hacer posible unos juegos olí­mpicos sino para educar a generaciones sobre la historia y tradiciones de su Paí­s,resaltar los principios, valores y ejes conductores que han guiado su historia y para convencerles de su capacidad colectiva para construir su propio futuro, de éxito.

       Sin duda,un Londres esplendoros que ,más allá de las preguntas (y otras muchas) iniciales,permite concluir con un gran broche de oro,su trabajo .¡Felicidades Londres!Un gran ejemplo a recordar y seguir.

       Como decí­a, quedarán algunas preguntas que , en ningún caso, deben desmerecer el esfuerzo, disciplina, dedicación, talento de la mayorí­a de los deportistas que han intervenido.Unos Juegos que ponen en valor el esfuerzo y superación humanos a la vez que la generosidad ( decenas de miles de voluntarios), la recuperación de autoestima y prestigio del pueblo organizador y de los paí­ses ganadores.

       Gracias Londres. Bienvenida y suerte a Rí­o  de Janeiro..

Catalunya: Racionalidad fiscal vs. linchamiento mediático.

          El Parlament de Catalunya, por mayorí­a absoluta, aprobaba ayer un «PACTO FISCAL» a negociar con el gobierno central (Madrid) de modo que la Agencia Tributaria catalana se transforme en un ente con capacidad para recaudar,administrar y gestionar-de forma autónoma- sus tributos así­ como la tesorerí­a asociada a los mismos.Catalunya viene reclamando, de forma insistente, en los últimos años, la necesidad de disponer de una auténtica descentralización del ingreso que acompañe a la progresiva descentralización administrativa en vigor.

          El importante acto de ayer arroja una serie de interrogantes.¿Será posible la aplicación del acuerdo de la mayorí­a catalana,apoyado en la calle por casi el 80% de su pblación?¿El gobierno español del PP-con el beneplácito,una vez más, del PSOE-PSC- facilitará la negociación requerida o actuará de la misma manera que lo hiciera hace unos años cuando el Parlamento Vasco, en aplicación estricta de la legalidad, aprobó un proceso de reforma estatutaria para negociar con el Estado un nuevo modelo de relación polí­tica y económica,dando un portazo al proyecto e impidiendo siquiera su inclusión en un proceso ordinario de debate polí­tico en el Congreso de los Diputados de Madrid?

          Sea cuál sea el recorrido final que tenga esta iniciativa, resulta evidente que la mayorí­a de Catalunya se encuentra molesta e incómoda con el estatus quo actual.No entienden como una Comunidad tan relevante se ve avocada a un creciente déficit fiscal, depende de decisiones unilaterales de la administración central de turno para medir el alcance de sus competencias,su tesorerí­a le es gestionada por terceros y su autonomí­a se ve limitada por la fuerza de los hechos y de las transferencias de crédito acompasadas a ritmos, capacidades y deseos ( presiones de intercambio polí­tico) desde Madrid.Dí­a a dí­a, Catalunya y Barcelona se sienten menos comprometidos con España.

          En este estado de cosas, llama la atención ( en realidad no demasiado ya que es el comportamiento habitual) que los medios en España( sobre todo en Madrid) reciban esta aprobación parlamentaria( largamente tramitada en el tiempo y debatida en público) con titulares como «tan solo un dí­a después de solicitar  el rescate a través del Fondo de Liquidez autonómica (FLA)» ó «Catalunya pide corresponsabilidad fiscal mientras mantiene 80 Embajadas en el exterior y su Televisión catalana»…Debemos recordar que España se encuentra inmersa en una gran crisis,en especial de confianza, que ha obligado a su resacte e intervención y ha obligado a una esperpéntica polí­tica de «ajustes».El gobierno y los medios han «vendido» que la razón última no es otra que el desastre autonómico y que el Mapa del Estado y sus administraciones públicas deben reconducirse.¿Qué mejor manera de hacerlo que con racionalidad hacia una federalización o confederabilidad real en la que Naciones como Catalunya puedan redefinir su papel dentro del Estado, adecuar sus poderes polí­ticos y financieros a un poder real y no como tanta entidad artificial que le rodea?

     Convendrí­a,no solo por el bien de Catalunya, sino,también por el del Estado español, un poco de inteligencia para comprender que la reforma polí­tica,la de la administración pública, la de sus cuentas públicas y la prosperidad de sus ciudadnos pasa no por el malestar con la realidad sino por aceptar las diferencias, la racionalidad de una autonomí­a que o es polí­tica-fiscal-financiera o no lo es.Catalunya ha dado un paso,modesto, hacia su propia autonomí­a real.La racionalidad de la medida no merece un infantil linchamiento mediático.

RESACA COPERA Y MARCA ESPAí‘A.

       Concluida la reciente Eurocopa de futbol con el triunfo de la selección española con su triplete consecutivo  histórico( Eurocopa,Mundial,Eurocopa) y vista  la profecí­a fallida  de los analistas de inversión sugiriendo el triunfo de Alemania para evitar que un paí­s rescatado fuera sinónimo de éxito deportivo,volvemos a la triste realidad observando la angustiosa situación de una España deteriorada, sin rumbo aparente, en manos de los «mercados» y de la troika comunitaria que bien de forma oficial u oficiosa impone ajustes,recortes presupuestarios y polí­ticas públicas como si de un legí­timo gobierno democrático se tratara. Es verdad que quien presta dinero y salva fallidos tiene derecho a exogir contrapartidas de su prestatario. Es el caso de la españa rescatada y la Europa salvadora. Por tanto, las viejas y negras recetas del FMI y la linealidad burocratizada, sin alma, cobra carta de naturaleza en un estado, como el español, a la deriva en las tormentosas aguas de la crisis. Siempre le quedará el refugio del futbol ( aunque sus equipos y ligas profesionales deban más de 1000 millones de euros, sus estrellas cobren importantes bonus-mayores que los de cualquier otro profesional y reclamen la benevolencia de las autoridades fiscales para eximirles de pago alguno). En definitiva, el futbol parece diferente.

        Un futbol que parece posicionar «la ROJA» como marca española de éxito. En contraposición, el gobierno español y un buen número de empresas lí­deres en determinadas industrias y mercados, reconfiguran un nuevo movimiento en torno a la «MARCA ESPAí‘A» para volver a conquistar posiciones en los mercados exteriores, transmitir una imagen distinta a la generalizada a lo largo de mundo y capaz de convertir en oro todo lo que toca.

       Cuando la realidad observada demuestra que la referencia a España «lamina» todo lo que toca,proyectando desconfianza, incredulidad en cifras y estadí­sticas oficiales, recuerdos de escenarios negros de poblaciones marginales, empobrecidas, parados en exceso por encima de un 25% de su población y 1 de cada dos jóvenes menores de 25 años,así­ como una descripción equivocada de el conjunto de pueblos, regiones, empresas del Estado, medidos con un mismo rasero de la «prima de riesgo» penalizadora de toda empresa o gobierno que intente recurrir a la financiación ajena,la oficialidad del Estado se empeña en recrear una MARCA ESPAí‘A, unitaria,tópica que recorra el mundo cambiando opiniones y actitudes.

          Hoy, encabezados por la Casa Real y la máxima Jefatura del Estado ( dicho sea de paso y con todo respeto objetivo,escasamente atractiva para quienes no viven de halagos gratuitos ), apoyados en el presupuesto del Estado y bajo la coordinación de una Dirección General de Diplomacia Pública en el Miniesterio de Asuntos Exteriores, se nombra a un ALTO COMISIONADO que coordine un sinnúmero de comités sectoriales, programas de marketing y un » observatorio permanente «que controle la imagen de españa en el Exterior. A este esfuerzo se unirá un Foro Público-Privado para elmantenimiento de las «marcas de prestigio. Loable iniciativa. No obstante, quizás merezca la pena no acudir a un marketing falso sin antes hacer un amplio y riguroso recorrido por la verdadera Marca España: caza despilfarradora de elefantes, justicia ineficiente administrada con diferentes ritmos y varas de medir, desorientación y desgobierno, silencio administrativo, chanchullos empresariales (en especial en el mundo financiero), generalizado indulto a los dirigentes de los llamados banqueros de referencia, y un modelo económico (real) desnortado. Sin duda alguna, una vez encaminados estos malos sí­ntomas de la detriorada marca, más allá de los mercados, será el momento -desde la credibilidad y la confianza- en poner en valor las calves positivas y detrminantes de lo que fue, hace no demasiado tiempo, una economí­a exitosa.

         Entonces, ambas marcas, la futbolera y la económica, coincidirán un espacio común y de éxito.