Estrategias empresariales y desarrollo social…

    En varias ocasiones he abordado la «convergencia estratégica empresa-Sociedad» más allá del concepto «tradicional» de la Responsabilidad Social Corporativa.Son múltiples los intentos por profundizar en este asunto de gran actualidad y, en la mayorí­a de los casos, de la mano de lí­neas de trabajo como las de Michael E.Porter y la creación de valor compartido diseñando e implementando estrategias únicas empresa- Sociedad,ó de C.K. Prahalad en su » Base de la Pirámide» hacia un capitalismo inclusivo de nuevo cuño,por ejemplo.

     Hoy, en esta lí­nea,vuelvo sobre el nuevo papel de investigación de Porter ( «Creating Shared Value:The Corporate Role in Economic and Social Development» ( www.isc.hbs.edu ) del pasado dieciembre ).En su presentación en Harvard, nos transmití­a su reflexión personal ante la observación y pregunta sobre la productividad de las mejoras sociales a lo largo de las últimas décadas.Hoy, la inmensa mayorí­a de lo que en un principio eran demandas de grupos minoritarios y casi siempre dirigidas a los Gobiernos como responsables últimos de su logro asignándoles un papel único,se traducen no solamente en respuestas de equidad y justicia, elementos comunes de apoyo generalizado, sino-también- en roles compartidos sobre los que las empresas tienen mucho que decir y que, lejos de ser un mero compromiso de la empresa «como buen ciudadano»,contribución filantrópica ó aportación a la imagen,dotan al sistema y contexto socio económico de elementos crí­ticos para su propia competitividad, traducibles en beneficios empresariales. Porter analiza una serie de áreas de demanda social que hoy son fuente de productividad empresarial:el uso,acceso, ahorro,eficiencia de la energí­a; el impacto medio ambiental y la búsqueda del desarrollo sostenible;la erradicación de la pobreza en las Comunidades en las que las empresas desarrollan sus actividades;la capacitación y formación de los trabajadores;la higiene y seguridad laboral;la igualdad de género:la nutrición;la salud; el acceso ,potabilización y gestión del agua…Demandas sociales,necesidades esenciales y,por supuesto, fuentes de riqueza,empleo, bienestar y desarrollo empresarial competitivo.Analizadas estas «fuentes de mejora y riqueza», los nuevos mercados emergentes ( no solamente en términos de geografí­a sino de actividad rompedora de fronteras tradicionales entre sectores-industrias,y ,sobre todo, un profundo cambio en actitudes y valores favorecen amplias oportunidades hacia un valor co-creado que reporta grandes beneficios tanto a las empresas como a la Sociedad.

      Con estos conceptos de fondo,la estrategia empresarial ha de incorporar un nuevo paradigma en su definición e implantación,buscando los puntos de convergencia entre objetivos económicos y sociales.Este largo proceso es exigente:nuevas lí­neas de pensamiento,nuevas tecnologí­as,nuevos enfoques del management.Como toda estrategia y movimiento innovador, obviamente, no es sustituto de todo lo existente.Su proceso de desarrollo exige una vocación proactiva y estratégica ,reconfigurar el modelo de negocio y las cadenas de valor correspondientes,y modelos de clusterización de las diferentes actividades a desarrollar con una clara coopetencia entre agentes bajo el paraguas integrador de polí­ticas económicas y sociales y el claro compromiso con los múltiples espacios en que se desarrollan,superando el mando único de la globalización.Nuevos modelos de partenariado público privado, nuevos instrumentos facilitadores de la colaboración,nueva consideración del rol empresarial…

     Hoy, cuando iniciamos un nuevo curso con muchas asignaturas pendientes ( al menos las que decí­amos hace poco tiempo nos imponí­a la crisis que padecemos) y creemos que no hay vuelta atrás hacia tiempoy modos del pasado,para superar la crisis con éxito, viene bien retomar nuevos caminos para transitar hacia la creación de valor por y para todos.En este camino,la empresa bien entendida tiene mucho que ofrecer construyendo competitividad lejos de contemplarse como un agente aislado,con aires contrapuestos al rol de otros ( generalmente gobiernos).Un buen motivo para enfrentarse a la Cuenta de Resultados…

FISCALIDAD Y COMPETITIVIDAD…

     El permanente debate en torno a la fiscalidad y su impacto en la competitividad empresarial viene cobrando especial interés en el último escenario de crisis en el que nos encontramos. El esfuerzo inversor y/o inyecciones de recursos extraordinarios de las administraciones públicas exige el adecuado acompañamiento de las polí­ticas fiscales y presupuestarias.Así­ las cosas, como no podrí­a ser  de otra forma, el debate está servido y ,desgraciadamente, son pocos los gobiernos que han abordado la cuestión con un planteamiento sitémico y de largo plazo que trascienda de impulsos puntuales bien para cubrir un déficit coyuntural, para financiar de manera simple y urgente un programa concreto ó para responder a la demagogia o posicionamientos mediáticos y de presión.

        Estas acciones impulsivas suelen llevar a graves errores con un impacto negativo más gravoso que el beneficio inmediato buscado.Así­, la percepción de retribuciones exageradas de  determinados directivos, las retribuciones variables asociadas a la gestión, y la «necesidad» de incrementar impuestos  a las «grandes fortunas» abonan un extraordinario espacio favorable a acciones que muchas veces no son debidamente analizadas en sus consecuencias ,no ya para el segmento de población directamente afectado si no para la competitividada final de las empresas y las regiones en las que estas desempeñan su actividad, con el consecuente perjuicio,en el largo plazo, al bienestar de los ciudadanos.

      Estos comentarios vienen a cuento con ocasión de la mediática medida anunciada por el gobierno español en relación con el llamado «impuesto Becham» asociado a la tributación especial a la que están sometidos determinados profesionales extranjeros  en el Estado español,siendo la mayorí­a de ellos deportistas.De inmediato,los dirigentes de la Liga de Futbol Profesional han encendido las alarmas anunciando la «pérdida de competitividad de la llamada por ellos «liga de las estrellas».De esta forma, el gran público descubre la existencia de tipos y trato diferenciado para según que tramos de renta, especialidad profesional y residencia.Y ,obviamente, en plena crisis,la primera impresión generalizada es que se trata de una medida razonable y justa por la que se eviten consideraciones de privilegio a unos deportistas millonarios con la percepción de que «ganan muy por encima de lo que aportan a la sociedad».Adicionalmente, otra figura impositiva pasa a ocupar las primeras páginas: las SICAV cuyo tipo impositivo es del 1%,anunciándose una rápida carrera de modificación de tipos ( pasando desde su supresión hasta el 30% según la Hacienda de que se trate).Como en el caso anterior, una primera lectura llevarí­a a posicionarse en la postura razonable de evitar el trato privilegiado del inversor-ahorrador que utiliza este vehí­culo legal de inversión  colectiva institucionalizada.Ahora bien, la pregunta clave es si esta acción favorece o perjudica la competitividad y el bienestar en el largo plazo.

       Conviene llamar la atención respecto de este último caso.Precisamente ayer, en la prensa diaria ( DEIA.»Sicav:la desaparición de Bilbao como centro financiero«),el subdirector de la Bolsa de Bilbao analizaba la cuestión y llamaba la atención respecto de la función de este instrumento ,los diferentes impuestos-más allá del tipo impositivo señalado-a que están sometidas, el impacto que tiene sobre los diferentes jugadores de una plaza financiera ( agentes, depositarí­a, sistemas de contratación y liquidación, asesores financieros, gestoras institucionales…etc.) ,el impacto real en la fuerza de una Plaza Financiera y su rol relevante en el funcionamiento de la economí­a real,la competencia con otras plazas financieras sometidas a regí­menes diferenciados ( no paraí­sos fiscales sino espacios fiscales ordinarios a lo largo del mundo)…concluyendo con el pesimismo desolador de la «desaparición de una plaza financiera».

     En definitiva, no es este el lugar para agotar un debate sino para estimularlo.Necesitamos polí­ticas fiscales coherenetes con una estrategia concreta y al servicio de esta última. No se trata de tocar aquí­ y allá según el estado de opinión. Se trata de orientar la salida de la crisis hacia un futuro predecible y deseado.Solamente sabiendo a que escenariio pretendemos llegar podremos definir que instrumentos necesitamos emplear. De lo contrario,continuaremos un improvisado periplo hacia ninguna parte.Es tiempo de soluciones comprometidas. Las Instituciones ( no solamente los Gobiernos) tienen la obligación de explicar y razonar sus recetas y propuestas de futuro.Trasladarlas a la Sociedad, a las Autoridades, a los jugadores que han de articular las decisiones que la situación exige.En este caso, se agradecerí­a que  «se personaran» en las inevitables conversaciones estratégicas que nuestra Sociedad requiere. No se trata de hablar a través de la prensa sino en los foros de trabajo y decisión. Si en verdad una Plaza Financiera está en peligro de desaparecer,deberí­amos hacer mucho más que aceptar un impuesto de apariencia razonable, justo y progresista.

CAJAS DE AHORRO Y COMPETITIVIDAD.EMPIEZA EL BAILE…

     ¡CAN-CAN supone el inicio del baile ( con el permiso de CCM)!

     El anuncio de la llamada «fusión virtual» de CAN ( Caja Navarra) y CAN ( Caja Canarias) a través del SIP ( Sistema Institucional de Protección) supone, de hecho,propiciar el movimiento de reestructuración y ordenación de las Cajas de Ahorros-más allá de algunas operaciones intraterritoriales-,latente en el ambiente, supuestamente impulsada por el Banco de España y el FROB ( Fondo para la Reestructuración ordenada bancaria) que dice perseguir la reducción de costes de estructura y la mejorí­a en solvencia y capitalización de las entidades financieras ( y , en especial,las Cajas de Ahorros).

      Este anuncio aparece en medio de una primera batalla mediática tras producirse la primera intervención ( Caja Castilla la Mancha-CCM) a la busca de un comprador (de preferencia,otra Caja más solvente y mucho mejor gestionada).

      En el horizonte aparecen demasiadas incógnitas.Si bien parece » aceptable e inevitable un proceso de ordenación»,asumiendo una serie de «verdades idiscutibles» ( escasa dimensión,limitada capitalización,déficit de gestión,dominio polí­tico en la toma de decisiones,relativa imposibilidad para competir en un mercado cada vez «más global»),no parecerí­a tan evidente  que dichas etiquetas un tanto simplificadoras de la realidad competitiva deban llevar necesariamente a procesos de fusión sin entrar en una cierta reflexión,de corte estratégico,sobre la esencia de las Cajas,su identidad,historia, pertenencia territorial,proximidad y rol promotro del desarrollo local,además de su propiedad y estructuras de gobierno y control.

        Las Cajas no son «un banco cualquiera».Ni tan siquiera son ,en verdad, empresas privadas al uso ,ni su propiedad es tan evidente más allá de su patrimonialización y estructuras societarias formales,ni sus órganos de gobierno son una copia mimética de un Consejo de Administración ordinario,ni siquiera, la manera de aumentar tamaño( en caso de que suponga una verdad absoluta)y mercado, PARECERíA CONDUCIR A UNA DETERMINADA GLOBALIZACIí“N «GEOGRíFICA»,NI EL ATAQUE MEDIíTICO A SU «POLITIZACIí“N» DEBIERA ASOCIARSE SIN MATICES A UNA NULA O MALA GESTIí“N AL SERVICIO DE INTERESES MALIGNOS.Todo esto se simplifica tras un par de mensajes que parecen calar en la opinión publicada:»los gobiernos autónomos no quieren perder parcelas de poder» y «solamente barreras de í­ndole polí­tico impiden la objetividad y eficiencia técnica deseada en la ordenación del sector».Una gran mentira.La realidad indica más bien lo contrario.¿Tiene sentido esta figura institucional financiera de promoción y desarrollo regional y social desafecta a un territorio concreto de cuya identidad forma parte?¿Tiene sentido que el interés privado e individual prime sobre el interés general representao por las Instituciones democrática y legí­timamente elegidas por las sociedades concretas a las que deben servir?

         En plena crisis financiera en la que hemos detectado enormes fallos del sistema,en especial del mercado,en su regulación,en la escasa responsabilidad de muchos de sus actores se ha puesto de manifiesto el imprescindible rol rector de los Gobiernos,del pensamiento a largo plazo.Parecerí­a,en consecuencia,que lo que en verdad necesitamos son un tipo de estructuras e instrumentos más en lí­nea con las Cajas que de nuevas aventuras por reinventar de la mano de esa «innovadora ingenierí­a financiera de salón «que tanto daño ha provocado.

           En este contexto ,servirí­an de reflexión una serie de puntos a considerar en torno a las operaciones que parecen abrir el bailes,la CCM y su venta y la anunciada fusión virtual de las Cajas Navarra y Canaria:

1) CCM necesita un comprador ( ó alguien que sin hacerlo esté dispuesto a poner capital,gestión,criterio para asumir riesgos),una garantí­a para recibir Fondos de Ayuda Pública,contratar gestores solventes y expertos,una estrategia base sobre la que actuar y un plan de negocio creí­ble.Hoy se dice que existen posibles compradores ( otras cajas de fuera del territorio) bajo el impulso e invitación del Banco de España y del Gobierno español.

      Uno de los candidatos «según la prensa» es la BBK ( Bilbao Bizkaia Kutxa),lí­der indiscutible en rankings y ratios del sector.Su presidente, Mario Fernández,señalaba ayer ( en el marco de una conferencia en la Fundación Sabino Arana en Bilbao)las tres condiciones-criterios necesarios para su entrada en la operación » en el supuesto de que fuera verdad lo que la prensa comenta y que ellos sean invitados»:

   a) «Que nos quieran…» ( operación amistosa)

   b) «que no reduzca ni hipoteque nuestra situación patrimonial,de solvencia y rentabilidad y foertalezca nuestra solidez empresarial e institucional»

   c) «que se garantice el control  por parte de la sociedad vizcaina debidamente representada»

2) La segunda operación,la llamada «fusión virtual» anuncia el objetivo de «compartir riesgos y tecnologí­as,unificar algunos negocios ( seguros,fondos,carteras industriales),compartir redes fuera de las correspondientes áraes de influencia ( es decir, allí­ donde no están).

       En definitiva, si observamos las posiciones y principios que parecen mantener los principales actores del proceso,volvemos al principio.¿No parecerí­a razonable explorar otros modos de crecer -en caso de que ese sea el camino-y sanear las entidades desde la fortaleza de las esencias reales de las Cajas,sus estrategias naturales y ventajas competitivas demostradas? Hay mucho por hacer y cambiar,pero merecrí­a la pena hacerlo sobre lo que en verdad fortalece el proyecto y no sobre las aventuras coyunturales.

 

Las ciudades como espacios creativos…

    La oportunidad de participar en diversos proyectos asociados con el desarrollo de ciudades y regiones me ha dado el privilegio de mantener sendas reuniones con dos reconocidas figuras en la materia: Soumitra Dutta y Charles Landry en estos dos últimos dí­as en Bilbao,»Meca» referente en el cad vez más protagonista mundo de las ciudades-región en el mundo.

      Con independencia de otros muchos asuntos de interés que darí­an para más de un libro, resulta relevante destacar algunas cuestiones observables en el marco de nuestras discusiones y que afectan a las Ciudades:

1) el claro protagonismo,creciente, de la ciudad-región en la transformación de economí­a, el desarrollo de la innovación y la tecnologí­a en el escenario mundial

2) las insistentes resistencias de los Bancos de desarrollo, instituciones multilaterales, gobiernos de los Estados,etc. y su burocratizada dirección en obviar la mencionada realidad para seguir canalizando recursos a través de los gobiernos centrales y sus capitales sedes, anulando el efecto tractor real en los verdaderos agentes activos del cambio en marcha

3) el empeño en seguir utilizando indicadores y estadí­stica agregada a nivel estatal en detrimento de indicadores e información real, regionalizada y trasladada a los verdaderos ámbitos de decisión y espacios de creatividad e innovación

4) la persistente tendencia a esperar milagrosas decisiones globales a problemas y demandas locales,alejando la posibilidad de encontrar respuesta y solución a los factores clave que posibilitan la creatividad, la innovación,el cambio y , en definitiva, la solución de las demandas ciudadanas y empresariales adecuadas

5) la insistencia en asociar creatividad y economí­a creativa  a las industrias del arte, la moda y los audiovisuales evitando la profundidad de las fuentes de creatividad imperantes en todo tipo de actividad e industria

6) la incapacidad de incluir elementos de innovación en todo aquello que no sea un sistema ciencia-tecnologí­a

7) la dependencia excesiva en el hardware y en los instrumentos del pasado para diseñar y construir plataformas facilitadoras de la generación de movimientos creativos e innovadores

     Una serie de elementos -reiterativos ya en estas columnas- que nos llevan a constatar,una vez más, la evidencia:

a) el mundo no es global por mucho que la simplicidad mediática se empeñe en transmitir

b) el efecto local es cada vez más relevante en la orientación,dirección y diferenciación de estrategias y soluciones de competividad, bienestar, creatividad e innovación…

c) el futuro vendrá de transformaciones locales y no globales capaces de provocar modelos alternativos de visión,estrategias, gobernanza… al servicio de las personas

d) la complejidad de la sociedad cambiante supone una realidad que ,tarde o temprano, provocará una cada vez más relevante observación de las ciudades,las regiones y los espacios locales.

 

      Hoy más que nunca, sumidos en el dominio mediático de los G-N,Cumbres UE,World Banks…las sociedades vivas, sus respuestas ,sentido de pertenencia,modelos propio de gobernanza,compromisos reales,comunitarización de las personas e interacción en proximidad de los agentes económicos y sociales,responden ,desde su localismo -conectado al mundo real en una interdependencia deseada- a las demandas creativas, innovadoras, competitivas y de bienestar de sus ciudadanos, empresas, gobiernos y territorios.La realidad evidente…

Participación,partenariados y cooperación público-privada…

     La semana pasada,en el marco de los cursos de la Universidad de Verano ( UPV-EHU) en Donostia-San Sebastián, tuve la oportunidad de participar ,junto con los profesores Joan Subirats y Tamyko Isa, con nuestras diferentes ponencias en torno la cooperación público-privada como uno de los elementos relevantes en la nueva cultura polí­tica basada en la participación y colaboración entre los diferentes agentes económico, institucionales, sociales y ciudadanos que,de la mano de una nueva modalidad de liderazgo compartido,diseñan estrategias para hacer realidad visiones generadoras de bienestar y competitividad en los territorios en que conviven.

        Del conjunto de intervenciones podrí­amos concluir una serie de mensajes que merecerí­a la pena tener en cuenta en los momentos actuales:

1) Más allá del mensaje de la colaboración y la cooperación público-privada que parece estar en boca de todos y que puede considerarse una especie de panacea,existe una compleja realidad que limita sus bondades y capacidades de transformación y logro de los objetivos buscados.

2) La cooperación público-privada no es simplemente una opción deseable sino más bien imprescindible: la complejidad del mundo en que nos movemos, la interdependencia existente, la ausencia de lí­mites y fronteras entre empresas,industrias, regiones, Administraciones…obliga a una manera abierta y coopetitiva de abordar los problemas desde ópticas de solución.

3) No existe una sola forma de cooperar.Los partenariados público-privados, de gran generalización a lo largo del mundo,han respondido más al área de los tangibles asociables a un modelo económico basado en la infraestructura y la estrechez de normas de financiación pública y criterios de endeudamiento. Su compleja estructura, maduración, dificultades de generación de confianza, limitaciones a los procesos de contratación y gestión,han convivido con su extensión y desarrollo. Con resultados positivos ( pese a un elevado número de fracasos) deben considerarse como un instrumento,no como un todo y , sobre todo, exigen una revisión y adecuación a  nuevos espacios ( sanidad, educación, servicios sociales) que posibiliten un avance real en el mundo de la cooperación público-privada, yal marco de los intangibles asociados a la llamada economí­a creativa y del conocimiento.

4) Coopetir ( competir y cooperar) en el espacio público-privado exige aprendizaje, confianza, co-liderazgo,control  y voluntad polí­tica ( no solo desde las administraciones sino desde las empresas).Su éxito es fruto de una generosidad, dedicación, riesgo y esfuerzo sostenido.No es fruto de la casualidad.

      Estas ideas ,en apariencia simples y conocidas, chocan con la tozuda realidad.A lo largo del fin de semana, he podido seguir en prensa reacciones a otras intervenciones a lo largo del curso mencionado. Crí­ticas a iniciativas de cooperación público-privada.Los viejos esquemas del pasado, concibiendo estamentos estanco totalmente separados y diferenciados entre los espacios privado y público siguen dominando.Si la Administración se acerca a modelos de cooperación con la empresa privada saltan las alarmas: lobby, carencia de ideas y liderazgo, sometimiento al poder de las «fuerzas vivas», intereses particulares, ausencia de concurrencia y/o beneficio a pocos…

       La coopetición público-privada resulta imprescindible para acometer los retos del futuro.Ahora bien, como todo, exige principios, valores, marcos y actitudes positivos.Es un proceso,inacabable, muy exigente. En él, cada una de las partes implicabes ha de saber distinguir entre aquello esencial que no debe compartir, lo que sí­  denbe comapartir y ,por supuesto,establecer estrategias comunes a la vez queSU PROPIA ESTRATEGIA íšNICA Y DIFERENCIADA.

UN LARGO CAMINO POR RECORRER…

 

CAJAS DE AHORROS:INNOVAR DESDE LA CRISIS…

    Hace  unos dí­as hablaba de la necesidad de «ganar el futuro desde la crisis».Hoy, en esta misma lí­nea,me permito comentar unas cuántas ideas que tuve ocasión de discutir en un debate relacionado con la «configuración de un nuevo mapa de Cajas de Ahorro en España» .

     Es evidente que en estos dí­as, la profundidad de la crisis , las dificultades reales por las que atraviesan diferentes Cajas de Ahorros(no solamente las Cajas,sino unos cuántos bancos),los retos de futuro que invitan a considerar nuevos modos de tamaño, crecimiento, solvencia, participaciones empresariales, gestión,participación pública en el sistema financiero,transparencia y capacidad/simplicidad en la supervisión,reguilación y control,además del caldo de cultivo mediático y las intervenciones gubernativas,aconsejan una mirada crí­tica al futuro de estas entidades financieras de ahorro.

       Antes que nada, conviene afirmar con rotundidad la validez de estos instrumentos financieros. Las crí­ticas generalizadas a la participación polí­tica en sus órganos de gobierno,al localismo por su territorialidad,a la falta de «dueño real»,a su supeditación al uso hí­brido de la coopí¨ración al desarrollo regional, a su obra social , a sus trabajadores e impositores y al apoyo excesivo a las empresas de su entorno merecen una revisión rigurosa. En mi opinión, son precisamente éstos los elementos esenciales que las hacen únicas, positivas y auténticos referentes para el papel que están llamadas a jugar. Así­ las cosas, de lo que se tratarí­a no es de «convertirlas en bancos ordinarios»( dicho sea de paso,con propietarios difusos y escasamente relevantes en su gestión,tan globales o locales como sus dirigentes deciden serlo en cada momento, tan supeditados o más al poder polí­tico como el resto,tan intervenidos cuando la crisis aprieta como los demás…) si no de identificar los instrumentos necesarios para garantizar su eficacia, su gestión profesionalizada, su correcto control (polí­tico,financiero y regulatorio además de social), su vinculación con el territorio y su compromiso largo placista con el desarrollo económico y social de todos sus «stakeholders».Y en este ejercicio,lo que resulta peligroso es,precisamente, la silenciosa intervención del Gobierno y Banco de España transformando su papel y contol-aprovechando la sensación de crisis y debilidad-para perturbar los elemntos asociables con su espí­ritu diferenciador: territorialidad, proximidad, interacción con los gobiernos naturales,responsabilidad y control social,conocimiento e interlocución con el entorno local del que formam parte.Llama la atención que determinados gobiernos ( como el Gobierno Vasco,por ejemplo,) no se planteen recurrir la norma aprobada cuando lo hacen casi todos con independencia del color partidario de sus rectores.

       Es aquí­ cuando necesitamos ideas innovadoras. No se trata solamente de fusionar ó agrupar Cajas para que las débiles se vean salvadas por otras en mejor situación sino de reinventar un nuevo mapa.Bienvenido el contropl y supervisión riguroso y real de los entes correspondientes pero no olvidemos la esencia y diferenciación positiva de las Cajas.No es la fusión ni el único ni el mejor de los caminos.

      ¿Se puede crecer por otras ví­as? ¿Cabe el uso de Bancos -propiedad de las propias Cajas-y/o de Corporaciones Industriales ó de Servicios,de nuevas modalidades de gestión compartida, de entes consorciales,etc. cara a la adquisición, crecimiento y potenciación de las fortalezas requeridas por el nuevo Mapa, sin las dificultades reales ( no solamente  «Polí­ticas o localistas») de procesos que difí­cilmente podrí­an romper las fronteras intra territoriales?

Asistimos a un reto extraordinario que invita a la innovación.Repensemos las estrategias y no caigamos en la salida fácil del recetario funcionarial del supervisor ó del ya tan conocido,probado y fracasado pensamiento único.Ganemos el futuro desde la crisis, también,desde las Cajas de Ahoros y su nuevo Mapa de futuro.

CRISIS Y G-20,NUEVE MESES DESPUí‰S…

    EL Próximo dí­a 15 de agosto se cumplirán nueve meses de la celebración de la Cumbre del G-20  el pasado noviembre,en Washington.Cumbre en la que los primeros mandatarios de los gobiernos de las principales economí­as del mundo,proclamaron su compromiso » en reforzar nuestra cooperación y a trabajar en común para restaurar el crecimiento económico en el mundo y para llevar a cabo las reformas necesarias en los sitemas financieros mundiales«,que si bien no supuso «reinventar el capitalismo» como anunciara Sarkozy,ni la esperada respuesta a grave crisis por la que transitábamos con elevadas dosis de incertidumbre en cuánto a dimensión,duración y ví­as de solución,si parecí­a despertar una relativa confianza en la oportunidad de aprender de las lecciones del pasado, de acometer reformas inmediatas en el mundo financiero,su supervisión y regulación,el rol de los gobiernos y su participación activa en el sistema económico evitando dejar en manos invisibles el insuficiente juego de los mercados,así­ como la reflexión en torno al mal llamado «modelo económico» y la inaplazable re orientación de polí­ticas públicas, prioridades económicas,modelos de gestión,vuelta a la estrategia y el largo-placismo,revisión de los organismos internacionales y la actuación «fotocopista» de sus asesores y funcionarios y un largo número de medidas en favor de la transparencia y la adecuación del discurso,el marketing y los modelos de negocio empresariales hacia fortalezas y capacidades reales de las empresas y no al oportunismo del mercado y las redes de relación,bajo dirección unidireccional del llamado mundo del papel y el capital vs el de la economí­a real.Desde entonces hasta hoy,empresas,trabajadores y ciudadanos han volcado sus demandas en los gobiernos y algunos de ellos han intervenido con ingentes cantidades de dinero apelando al endeudamiento,a la reasignación del gasto y ,en su mayorí­a, a favorecer la aceleración anti-cí­clica de la inversión en infraestructuras ( algunas de ellas con sentido y orientación de futuro y las más, como paliativo coyuntural de urgencia,asistencia ó incluso marketing).

     Entre tanto, la crisis se ha acentúado y más allá del debate de jardinerí­a en torno al color,fortaleza y temporalidad de los brotes observables,contemplamos como  la inmensa mayorí­a de las expectativas de cambio radical ,medianamente apuntadas, brillan por su ausencia cayendo en un pesimismo que nos lleva a pensar que una vez superada la crisis ( algún dí­a pasará,en tiempos distintos para según que empresas,industrias,mercados ,paí­ses y regiones…) lamentaremos no haber aprovechado el inevitable mal momento para intentar «ganar el futuro en y desde la crisis».Nos preguntamos si estamos cambiando en profundidad los instrumentos de regulación y supervisión de los mercados ( no solamente del financiero),si estamos fijando nuevos criterios y reglas del juego para profesionales y jugadores que en el se desempeñan,si los Gobiernos están impulsando transformaciones profundas en sus estructuras,polí­ticas ( y sobre todo,estrategias),silas empresas están diseñando y tejiendo «el otro lado de la orilla»,una vez superado el bache coyuntural,si las apuestas mediáticas por determinadas industrias y fuentes de futuro están aacompañadas de estrategias reales, completas, comprometidas y con recursos asociables a los resultados previstos,si abordamos con realismo y coraje los cambios y reformas ( mercado de trabajo,mercado educativo,administraciones públicas…)necesarios para su adecuación a un futuro deseado diferenciado.Sin duda, son muchas y profundas las preguntas, en especial, en pleno agosto.Pero la fecha es una buena excusa-una vez más-para recordar que septiembre nos pillará con los deberes sin hacer.A algunos más que a otros.

     Recibamos con ilusión y confianza algunos sí­ntomas de recuperación,desde el comportamiento bursátil ( durante mucho tiempo hemos recordado que dice menos de lo que de verdad pasa),la recuperación de algunos paí­ses ( para algunos porque fueron los primeros en entrar ( como USA),ó porque supieron reacionar con gran intensidad y rapidez, compañando una relativamente mejor posición de partida ( China),por el  impacto positivo  de las intervenciones públicas ( pocas veces se ha inyectado tanto dinero en situaciones otrora controvertidas y hoy animadas por el propio mercado)…Pero desde esta deseable confianza en el futuro,repasemos nuestras crí­ticas  y buenos propósitos y actuemos en consecuencia. No olvidemos que ni ha pasado por generación espontánea, ni ha terminado, ni saldremos igual que cómo entramos. Y , sobre todo, recordemos que ,como siempre, el futuro,lo construimos nosotros,entre todos.Nueve meses después nos quedan muchos deberes por hacer…

La paradoja competitiva…

    La semana pasada, el Instituto Vasco de Competitividad-ORKESTRA (www.orkestra.deusto.es )celebró su Segunda Conferencia General de Competitividad, fiel a su compromiso de convocar a los agentes de la competitividad en torno a un Informe periódico( bianual) que además de reflejar el «estado del arte» sobre la materia, facilite el avance competitivo de Euskadi hacia mejores y mayores niveles de bienestar.En esta ocasión, la orientación del Informe ha sido preguntarse sobre la posible » paradoja de la innovación»,es decir, ¿ a qué puede deberse el que el exitoso comportamiento de la economí­a vasca en términos de PIB ,situándose en los primeros lugares de su entorno,no parece corresponderse- apriori- con   similares posiciones en términos de la Innovación medida conforme a indicadores medios al uso?

      El Informe es fruto del trabajo ordinario del Instituto en interacción permanente con los agentes económicos, institucionales y sociales del Paí­s. Una veintena de informes y estudios ( parte de su programa «cientí­fico-académico»),proyectos colaborativos y programas docentes de su cuerpo de «educación ejecutiva» respaldan las opiniones y recomendaciones aquí­ recogidas.De esta forma, la contribución realizada, de la mano de este Informe,permite profundizar en un buen número de lí­neas de conocimiento, investigación y reto hacia nuevas ví­as de analisis a futuro, entre las que podemos destacar:

1) una sólida y rigurosa aproximación a los pilares reales de la competitividad en solidaridad, su comprensión y gestión de los verdaderos vectores de un modelo de éxito

2)reforzar los catalizadores de la  competitividad, con especial referencia a la generación de «diamantes estratégicos competitivos»,su convergencia en diferentes niveles con  la especial importancia del efecto local diferenciador de estrategias y polí­ticas asociadas

3) la cada vez más relevante coopetencia público-publico y público-privada

4) la «desestructuración del PIB», entendiendo cada una de las variables que lo explican ,de modo que no solamente entendamos las razones del éxito logrado si no los espacios de trabajo y mejora cara al futuro.

5) la necesidad de medir la competitividad, el PIB y la productividad, la Innovación…más allá de indicadores sintéticos, convencionales y adecuados a la información estadí­stica clásica sino,por el contrario, avanzar hacia realidades diferenciadas que ,en verdad, contengan la esencia de lo que se desea medir y comparar.No se trata de medir lo que sabemos medir si no de medir loq ue en verdad es relevante,

6) la importancia en conocer la tipologí­a económica y el estadio competitivo en el que se encuentra una determinada región-economí­a que la hace única y , en consecuencia, demanda estrategias únicas

7)la gobernanza por inventar y adecuar a las demandas especí­ficas de los nuevos modelos por construir ,hacia la competitividad ,y el llamado estadio ,por descubrir, de la innovación

8) la esencia de los procesos de clusterización de la actividad económica ( en el binomio economí­a-territorio) como plataforma idónea para construir espacios competitivos en bienestar

9) la esencia Economí­a-Sociedad y economí­a-territorio que obliga a la integración indisoluble de polí­ticas económicas, sociales, de sostenibilidad y territoriales en un marco estratégico convergente único

10) Concebir estrategia-competitividad-innovación como un un único trinomio indisociable objeto de la creatividad hacia el bienestar.

          Un largo y apasionante camino hacia la competitividad de nuestras empresas,Instituciones,Territorios  y agentes al servicio del bienestar de las personas, objeto final de la COMPETITIVIDAD.