RESACA COPERA Y MARCA ESPAí‘A.

       Concluida la reciente Eurocopa de futbol con el triunfo de la selección española con su triplete consecutivo  histórico( Eurocopa,Mundial,Eurocopa) y vista  la profecí­a fallida  de los analistas de inversión sugiriendo el triunfo de Alemania para evitar que un paí­s rescatado fuera sinónimo de éxito deportivo,volvemos a la triste realidad observando la angustiosa situación de una España deteriorada, sin rumbo aparente, en manos de los «mercados» y de la troika comunitaria que bien de forma oficial u oficiosa impone ajustes,recortes presupuestarios y polí­ticas públicas como si de un legí­timo gobierno democrático se tratara. Es verdad que quien presta dinero y salva fallidos tiene derecho a exogir contrapartidas de su prestatario. Es el caso de la españa rescatada y la Europa salvadora. Por tanto, las viejas y negras recetas del FMI y la linealidad burocratizada, sin alma, cobra carta de naturaleza en un estado, como el español, a la deriva en las tormentosas aguas de la crisis. Siempre le quedará el refugio del futbol ( aunque sus equipos y ligas profesionales deban más de 1000 millones de euros, sus estrellas cobren importantes bonus-mayores que los de cualquier otro profesional y reclamen la benevolencia de las autoridades fiscales para eximirles de pago alguno). En definitiva, el futbol parece diferente.

        Un futbol que parece posicionar «la ROJA» como marca española de éxito. En contraposición, el gobierno español y un buen número de empresas lí­deres en determinadas industrias y mercados, reconfiguran un nuevo movimiento en torno a la «MARCA ESPAí‘A» para volver a conquistar posiciones en los mercados exteriores, transmitir una imagen distinta a la generalizada a lo largo de mundo y capaz de convertir en oro todo lo que toca.

       Cuando la realidad observada demuestra que la referencia a España «lamina» todo lo que toca,proyectando desconfianza, incredulidad en cifras y estadí­sticas oficiales, recuerdos de escenarios negros de poblaciones marginales, empobrecidas, parados en exceso por encima de un 25% de su población y 1 de cada dos jóvenes menores de 25 años,así­ como una descripción equivocada de el conjunto de pueblos, regiones, empresas del Estado, medidos con un mismo rasero de la «prima de riesgo» penalizadora de toda empresa o gobierno que intente recurrir a la financiación ajena,la oficialidad del Estado se empeña en recrear una MARCA ESPAí‘A, unitaria,tópica que recorra el mundo cambiando opiniones y actitudes.

          Hoy, encabezados por la Casa Real y la máxima Jefatura del Estado ( dicho sea de paso y con todo respeto objetivo,escasamente atractiva para quienes no viven de halagos gratuitos ), apoyados en el presupuesto del Estado y bajo la coordinación de una Dirección General de Diplomacia Pública en el Miniesterio de Asuntos Exteriores, se nombra a un ALTO COMISIONADO que coordine un sinnúmero de comités sectoriales, programas de marketing y un » observatorio permanente «que controle la imagen de españa en el Exterior. A este esfuerzo se unirá un Foro Público-Privado para elmantenimiento de las «marcas de prestigio. Loable iniciativa. No obstante, quizás merezca la pena no acudir a un marketing falso sin antes hacer un amplio y riguroso recorrido por la verdadera Marca España: caza despilfarradora de elefantes, justicia ineficiente administrada con diferentes ritmos y varas de medir, desorientación y desgobierno, silencio administrativo, chanchullos empresariales (en especial en el mundo financiero), generalizado indulto a los dirigentes de los llamados banqueros de referencia, y un modelo económico (real) desnortado. Sin duda alguna, una vez encaminados estos malos sí­ntomas de la detriorada marca, más allá de los mercados, será el momento -desde la credibilidad y la confianza- en poner en valor las calves positivas y detrminantes de lo que fue, hace no demasiado tiempo, una economí­a exitosa.

         Entonces, ambas marcas, la futbolera y la económica, coincidirán un espacio común y de éxito.

ALEMANIA CAMPEí“N DE LA COPA DE EUROPA 2012.(EN INTERí‰S DE TODOS)

Coincidiendo con el inicio de la euro copa 2012 de futbol en Polonia,he recibido un informe sobre el estado de las finanzas y economí­a global,elaborado por una prestigiosa firma de analisis e inversión.Me ha llamado la atención su reclamo inicial invitando a los lectores a concentrarnos tanto en el calendario de foros y eventos previstos para un mes de Junio  del que se espera surjan decisiones clave para nuestro futuro ( reunión del G-20,elecciones en Grecia, calendario electoral de Obama, auditorí­as de la banca española), como-sobre todo-su referencia al hecho de que los equipos ganadores de las  eurocopas anteriores han sido GRECIA y ESPAí‘A.Curiosa coincidencia.Los tres rescatados( si bien el rescate o intervención española parece hoy más oficioso que oficial y atendiendo a las manifestaciones del Presidente Rajoy,no toca hablar de ésto mientras el no lo comunique).

El mencionado informe se pregunta que pasarí­a si en esta ocasión el ganador resultara la selección alemana ( y no Portugal o Irlanda en la» lógica histórica»).En seguida recuerda como «la castigada y humillada Europa» ha combinado tres campeones paseando su orgullo futbolero a la vez que el penoso debacle de sus economí­as en detrimento de sus empresas cada vez más castigadas e infravaloradas y  de sus ciudadanos padeciendo el alejamiento acelerado de su soñado estado de bienestar.Escenario paradójico que  ,pareciendo increí­ble, tolera a unos futbolistas,entrenadores y directivos de clubes en sus respectivas ligas, con sueldos y beneficios multimillonarios a la vez que reclama ajustes y limitaciones en otros ámbitos. Paradoja que permite que convivan polí­ticas restrictivas en la inversión y el gasto público con el incentivo y beneficio fiscal a las estrellas mediáticas, con el apoyo decidido se procesos que facilitan todo tipo de iniciativas al servicio de «los chavales que tienen una carrera profesional muy corta2 como si el resto de los mortales tuviéramos asegurado un empleo estable de por vida ( a excepción de funcionarios y asimilados).

De esta forma, el éxito futbolí­stico,en estos tres páises,considerado como «un valor en alza» se ha traducido,en paralelo, en la peor cotización  histórica de sus compañí­as otrora punteras,en un profundo deterioro recesivo de sus economí­as y la pérdida del control democrático de sus decisiones,de la mano de «árbitros de negro,conocedores del reglamento,encargados de aplicarlo sin considerar contexto alguno».Mucho futbol y poca economí­a real.Por eso, la apuesta por un nuevo campeón, alemán, podrí­a contrarestarse con una generosa relajación monetaria y presupuestaria facilitando medidas en favor de una demandada recuperación económica.atendiendo los reclamos de un mes de Junio favorable a las ideas de otros jugadores( G-20,FMI, Obama,Gobiernos X…).Un mes de Junio necesitado de decisiones ,más llá de encuentros amigables, en los que se responda a una demanda inaplazable.Tanto Europa como la economí­a global necesitan mucho más que polí­ticas de ajuste y restricción de su gasto público( en todo caso, esto deberí­a obedecer a razones estratégicas sobre gobernanza y rol público-privado y no a manuales contables) acompasados a la capacidad real de respuesta de las empresas, paí­ses y sociedads a las que van dirigidos.Se trata de » recuperar y salvar» por lo que toda supuesta medida de ayuda que no contemple la posibilidad real de ser devuelta, fracasará, hundiendo al supuesto benefactor de la decisión.

Así­ las cosas, solo me queda apostar por el triunfo de Alemania. Que sus éxitos deportivos los compense con la generosa cesión al diálogo y propuestas alternativas.Que la Eurocopa para Alemania, la remontada electoral de Obama en us carrera electoral,los supuestos nuevos aires de Hollande, la voz de las sociedades griega y holandesa en favor de soluciones viables,posibiliten un cambio de rumbo en el sofocante clima recesivo.Nuevo campeón en futbol y nuevos vientos para las economí­as europeas.Al parecer, es la estadí­stica e historia deportivo-económica. Aunque la roja mediática se deshinche. ¡Es cosa de Economí­a!

PYMES Y ECONOMíA SOCIAL ANTE NUEVOS DESAFíOS.

       El pasado viernes, tuve la oportunidad de participar en la Asamblea de ASLE ( Asociación de Sociedades Laborales de Euskadi) con una conferencia que da pie a estos comentarios.

        Si bien hace ya muchos años, en el marco de otra crisis,(1985) tuve la oportunidad de vivir muy de cerca el esfuerzo y motivación que impulsaron a la creación y desarrollo de este movimiento de la economí­a social que se uní­a al cooperativismo existente en el Paí­s,la gravedad y agudeza de la crisis actual suponí­a un buen pretexto para preguntarnos si la ECONOMíA SOCIAL es un buen instrumento para responder a los desafí­os de la pyme. Mi respuesta es afirmativa.

        En un momento en el que se pasa desde la manifestación de la necesidad de «reinventar el capitalismo» y la gobernanza pública centrando en gobiernos y polí­ticos la responsabilidad y culpabilidad de todos los males o en la demagógica simplificación hiriente de algún sindicalista trasnochado que llama «malditos» a los empresarios ( sin distinción o matiz) a esquemas de pensamiento único en un mundo extraordinariamente complejo en el que parece cuestionarse el rol de todos los agentes económicos, de todas las polí­ticas en vigor a la vez que la propia concepción y organizaión de la empresa queda al margen, parecerí­a imprescindible dedicar esfuerzos de analisis y empeño transformador hacia el seno de esta fuente básica de riqueza.Y es en este contexto en el que ,observadas las tendencias y señales que la economí­a de hoy de mañana nos ofrecen, debemos observar la empresa por dentro y su rol esencial en la creación de valor.

          Hace ya tiempo que las sucesivas «modas u olas dominantes» en el mundo del management retomaron conceptos como la responsabilidad social corporativa omo figura complementaria del compromiso y rol empresarial.Se presentaba como un apartado ex post del resultado de la empresa en su aplicación voluntaria a una acción extra empresa, ligado más a estrategias de marketing,reputación y «moral de buen ciudadano» que a estrategias esenciales del propio sentido,compromiso,estrategia y valor de la empresa.Otros movimientos como el de la ECONOMíA SOCIAL en múltiples manifestaciones a lo largo de la historia han apostado por configurar un proyecto único en el que converjan proyectos profesionales de empleabilidad,de dignidad y desarrollo personal y de forma de vida en torno a una empresa determinada.Así­, con mayor o menor acierto, con mejor o peor desarrollo de los diferentes elementos que la conforman ( la definición en sí­ misma, su organización, la participación de los trabajadores-todos o algunos- en el «capital», su gobernanza y dirección,etc.),hoy, la economí­a social brota como un elemento facilitador de las respuestas demandadas por la nueva economí­a y empresa.

           Y dentro de este concepto, más allá de la composición societaria de que se trate ( desde los ya al  parecer olvidados movimientos fabianistas o autogestionarios, o de múltiples modelos de cooperativismo, ó de las propias sociedades anónimas laborales ó partenariados de profesionales liberales…)cobra especial relevancia la necesidad de afrontar «estrategias de co creación de valor empresa-sociedad». Término acuñado por le profesor Micahel E. Porter hace ya unos años confrontando la crisis en los albores del 2008 con las ideas esenciales para fortalecer a las empresas en su competitividad.Se trat de olvidar reticencias y complejos del pasado en ese simplista mundo de separar los roles de gobiernos y empresas de forma radical,difernciando mundos de buenos y malos o catálogos teí§oricos de «separación de competencias y funciones».Así­,lo que hace unos años parecí­an «mal llamados impuestos adicionales» a las empresas por ocuparse de sostenibilidad y medio ambiente, de la educaión y formación de us trabajadores, la salud de las comunidades en las que desarrollan sus operaciones, el compromiso con la comunidad en que se trabaka,ó las polí­ticas de género y la seguridad en el empleo,así­ como la promoción estable,en el tiempo ,de un proyecto laboral,hoy se convierten en corazón del valor de la empresa » core value» y son la esencia de su estrategia.Así­, bien por necesidad determinada por la naturaleza del negocio empresarial ( implantaciones en zonas aisladas y remotas,por ejemplo),bien por eficiencia en el uso compartido de recursos( infraestructuras),bien por el tipo de formación y capacitación especializada requerida, las empresas y los gobiernos desarrollan estrategias compartidas en torno a  un determinado valor. Este proceso de co creación de valor abraca a la totalidad de la estrategia, se desarolla en su integridad de forma simultanea, abarca al conjunto de los stakeholders y se aplica a la totalidad de los elementos de la cadena de valor.En definitiva, el modelo de negocio y las estrategias  co-creativas se funden en un bien de máximo valor.

           Concepto estratégico que refuerza la actualización de las ideas asociadas a la economí­a social,al rol de las personas en la empresa-sociedad, a la apuesta ,participación y compromiso en los proyectos profsionales que trascienden de las perspectivas individuales y diferenciadas como trabajador, asalariado, cioudadano, inversor, redefiniendo un papel completo de la persona como actor indispensable en el desarrollo económico. Una pieza esencial para afrontar los desafí­os de la economí­a futura.

 

Tragedia griega, prima de deuda y auditorí­a externa.

         A vueltas con la «tragedia griega» trasladada al Estado español.

         Ha tenido que escucharse una voz contundente ( cosa extraña dada la experiencia observada) desde las autoridades institucionales europeas para recordar al gobierno español, a los diferentes comunicadores del sistema y a la desinformada población en general que ,una vez más, el temor y desconfianza de ahorradores, inversores y potenciales amigos de esta otrora «milagrosa» Iberia no se debe a complot alguno desde un yate oculto en el Mediterráneo,  ni a los errores griegos  ni a la culpa de una sociedad que ha ejercido su derecho democrático a elegir a sus representantes y optar por rechazar las polí­ticas que se les pretende imponer desde la troika financiera internacional ,  ni tampoco a la posible salida de la eurozona para recuperar un dracma aislado.

         Se les ha recordado que el temor se llama España.Un temor fundado no en la hipotética quiebra del Estado o en los devaneos de su rey en aventuras de caza mayor sino en las señales negativas que sus agentes financieros y gobierno se empeñan en transmitir dí­a a dí­a a partir de un diagnóstico equivocado, la carencia de un relato coherente, la inexistencia de un horizonte de referencia,la despistada sucesión de decretos y medidas inconexas en dirección equivocada y el nerviosismo alarmante de un gobierno que no transmite credibilidad ni confianza. La inusual actitud  de los ministros de Economí­a ( y,al parecer. también de Competitividad) y de Hacienda representan el mejor ejemplo de la impotencia definitiva.(Uno declara que ya no «hay más que hacer» y el otro rechaza cualquier intervención exterior a la vez que amenaza,a través de los medios de comunicación, a una Comunidad Autónoma con intervenirla si no forma el gobierno que a él le gusta y amenaza con «hacer el presupuesto de 2000 ayuntamientos»).Este es el verdadero temor exterior: un sistema financiero que se presumí­a ideal y ejemplar ante el mundo y que ,paso a paso, va recibiendo ayuda públicas por goteo, broncas  públicas, descalificaciones al «extraordinario y profesional» Banco de España,etc.

           España. a base de insistir en un mensaje equivocado ( el supuesto desajuste fiscal fruto del excesivo gasto de sus Comunidades Autónomas) ha terminado por focalizar sus intervenciones semanales en una carrera por el ajuste y recorte sin un horizonte determinado, sin un mensaje de futuro para us ciudadanos y empresas, en base a un «cientí­fico» indicador de déficit a alcanzar en un tiempo imposible de cumplir.Ha ocultado sus cifras, ha olvidado el problema real en el seno de su banca y ha terminado por entregarel mando y control a un par de empresas de consultorí­a con el visto bueno del Banco Central Europeo,generalizando el panico en los ciudadanos,empobrecidos por la pérdida de su ahorro e inversión, atenazados en un desempleo galopante de baja calidad y menor expectativa en un estadio recesivo.

         Una vez más, debemos preguntarnos que pasarí­a,de verdad, si con intervención formal o sin ella, alguien acude a un rescate definido, que termine on la incertidumbre.Un rescate que pueda contar con Ministros que no hayan tirado la toalla y que se sientan con capacidad para afrontar la grave situación .Mientars tanto,dos meses más de zozobra a la espera de una nueva valoración de la calidad del pasivo bancario.¿Y después qué?

EXCUSAS FALSAS. EQUíVOCO CAUSA-EFECTO.

                 El pesimismo generalizado observable en cualquier reunión empresarial que se celebre en Madrid ó en cualquier conversación en que se hable de Europa-España,se ha visto agravado estos dí­as ante gritos de «intervención deseable de determinadas Comunidades autónomas, ó inevitable para una banca que se vendrá como ejemplar y que arrastra al fondo a una economí­a que no encuentra una orientación adecuada«, y a unos presupuestos generales del Estado desde la contradictoria soledad de un gobierno con mayorí­a absoluta parlamentaria.

               Una vez más, resulta necesario volver sobre ideas y conceptos gastados de tanto repetirse pero que no parecen calar ni en los destinatarios de la crisis ni en los dirigentes de su potencial reconducción hacia el crecimiento y el bienestar.

                El caso «España» vuelve a sus negras señales: recesión y desempleo (24%), anunciando otro trienio aterrador entre la desesperanza, la sensación de un «destino inevitable» ó un clamor porque otros decidan lo «que se debe hacer». ¡Amén!

               Sin embargo, pese a los rí­os de tinta que han inundado los medios publicados durante los casi cuatro años de crisis tratando de explicar las causas de una situación de enorme gravedad, los caricaturizados y simplistas diagnósticos parecí­an convencernos de una frí­vola actitud cómplice del mundo financiero, los actores del ladrillo y mundo inmobiliario y el despilfarro (público y privado) para una carrera imparable hacia una vida por encima de nuestras posibilidades. El destino, sin culpables ni responsables, y mucho menos sin causas precisas, se habrí­a ocupado de traernos a este profundo agujero de desesperanza y caos.

               Ante este panorama, las falsas excusas nos llevan en dirección equivocada. Así­ «los malditos mercados» se han obsesionado con la economí­a española y desean destruirla y se señalan tres los cómplices de tanta desventura:

1)        Las Comunidades Autónomas («artificiales, irresponsables, incompetentes, gastadoras…») que no colaboran con un gobierno central, por contra, eficiente-eficaz, competente, objetivo… Luego, «bienvenido Sr. Ministro. Intervenga las Comunidades autónomas que no cumplan con un í­ndice cualquiera que no se sabe bien a qué ciencia infusa responde».

2)        La sociedad «egoí­sta» deseosa de mantener el llamado Estado de Bienestar (al parecer un invento caduco al que deben renunciar las sociedades modernas y globales). En consecuencia, «Recorte y más recorte» hasta que cada uno «se busque la vida».

3)        Los crí­ticos que se niegan a dar cheque en blanco a cualquier decisión ó medida aislada anunciada por el consenso establecido. Luego parecerí­a obligado aplaudir cualquier decisión u omisión del gobierno español.

                 No obstante, la compleja y sistémica realidad está muy alejada de este conjunto de excusas esgrimidas que oculta que estamos inmersos en una carrera incontrolada hacia ninguna parte.

                   Mientras alguien siga pensando que «los mercados» son un grupo de señoritos con copa y puro esperando cada nueva medida anunciada por el gobierno español para ordenar la orientación de «su» dinero salvando a España y controlando su ya hoy famosa «prima de riesgo», se continuará cavando la fosa. Esta no es la causa sino el efecto.España solo podrá ganar credibilidad y confianza no ya ante los mercados sino ante sus propios ciudadanos y agentes económicos, sociales e institucionales cuando disponga de una estrategia económica y social completa, una estrategia creí­ble, completa, comprometida y posible, dotada de instrumentos concretos (incluidos presupuestos y liderazgo) que la hagan realizable. Una estrategia que ofrezca un nuevo modelo económico real que construya capacidades, tejido económico (sobre todo industrial, innovador y del conocimiento) y una decidida orientación no solamente hacia la generación de riqueza y empleo sino hacia su equidad, distribución igualitaria y bienestar. No hay atajos. No hay cadena de recortes ni mensajes de austeridad ó eliminación de polí­ticas públicas que valgan si no comprometen, a un medio y largo plazo medible, un nuevo escenario identificable.

                  Mientras dicha estrategia no aparezca y sigamos asistiendo al despropósito, viernes a viernes, a golpe de BOE y telediario, fotografí­as de «cumbres europeas de fin de semana» y entrevistas ministrables en periódicos extranjeros con la sensación de que no hay gobierno real sino traductores de textos dictados desde algún lugar desconocido (¿FMI, BCE, otros?) y no sepamos el objetivo que se persigue, el tiempo para lograrlo y el impacto total sobre ciudadanos, empresas y gobiernos, el único resultado posible será la desesperanza y la carrera a ninguna parte.

                 Necesitamos un primer paso, que alguien sea capaz de reconocer que no es un juego de excusas falsas ni de nefastos culpables conspirando sino de causas reales de una economí­a inviable en su estado actual. ¿Hay alguien allí­ capaz de ofrecer una estrategia coherente y completa?

AMERICA LATINA. La ilusión del futuro posible.

 

            Semana intensa en términos de Cumbres y Encuentros regionales  ( La Cumbre de las AMí‰RICAS  en Cartagena de Indias ,Colombia y del World Economic Forum para América Latina en Puerto Vallarta, México,además de la cumbre del G-20 bajo presidencia de México y la reunión de » Lí­deres globales») que han situado las miradas mundiales en el continente Americano , y más precisamente en América Latina.

            Encuentros dispares con menos resultados tangibles de los deseables cuando tanto talento y recursos se han puesto  en convergencia o sintoní­a al servicio de un conjunto de objetivos comunes que parecí­an proponerse en el conjunto de los foros citados:

1) Constatar  la fortaleza de América Latina en una coyuntura mundial recesiva y caótica, auto reforzándose y transmitiendo al mundo que se vive una década prodigiosa que habrí­a de avanzar con decisión hacia la superación de la acentuada y prolongada desigualdad interna que padece,

2) Convencer a sus miembros del discurso benéfico- para todos- de la inevitabilidad de enfoques  » regionales y globalizados» para todo el continente ( con serias discrepancias sobre  si deberí­a extenderse a Estados Unidos y Canadá para construir » las Américas» ) y su interdependencia con Europa y Asia ( en realidad,hoy, más interesados, en este segundo puente),

3) Insistir en el discurso inevitable de la apertura internacional, ví­a libre al comercio ( pese a la inoperancia de la ronda  de Doha de cuyas discusiones ya casi nadie recuerda en que estado se encuentran), el deseable desarme arancelario( pese a que episodios como el de YPF-REPSOL ha disparado la bandera proteccionista de Europa y el estado español pese a sus discursos en sentido contrario cuando son otros los implicados),

4) la fortaleza de partenariados público-privados que lleven a la sociedad civil a asumir mayores cuotas de responsabilidad, compromiso y liderazgo…

       En definitiva, un conjunto de mensajes que parecerí­an establecer una agenda única y compartida a lo largo y ancho del mundo .con un reflejo uniforme en América Latina.

       Sin embargo, la realidad es distinta.

           América Latina tiene una larga vocación de continente y un sentimiento de compromiso regional si bien es muy consciente te de su NO UNIFORMIDAD, de su compromiso de interdependencia pero desde sus espacios soberanos y propios.Cada una de las importantes y diferenciadas piezas que la componen aspira, de forma legí­tima, a construir su propio futuro.Es claramente consciente de la bondades y ventajas de la apertura internacional, de los acuerdos de libre comercio, de la importancia de superar barreras y suprimir aranceles, sí­, pero dentro de un orden que posibilite la adecuada correspondencia entre el llamado y esperado beneficio global con las necesidades y aspiraciones especí­ficas de cada uno de sus pueblos y ciudadanos. Sabe muy bien que su riqueza reside en activos de alto interés para otras regiones (recursos naturales ,energéticos, y materias primas), conoce las enormes oportunidades de desarrollo que ofrece, valora su «bono demográfico» ( México,Paí­s anfitrión de la mayorí­a de las cumbres mencionadas, tiene una edad media de su población en los 26 años), contabiliza el volumen de negocio y beneficios que aporta a la banca internacional, a las corporaciones multinacionales inversoras en su territorio,y sabe de su buena formación en recursos humanos y su capacidad productiva.Sabe que estos activos se verán reforzados con acuerdos de co- desarrollo tecnológico e inversor.Pero, como es evidente,exige jugar en términos de igualdad.

            Con estas premisas sobre la mesa, América Latina trabaja su futuro.Es consciente, también, de la crisis europea, de la importancia de acercarse desde el Pací­fico hacia Asia, de su relación compleja « tan cerca y tan lejos» con estados Unidos.Ha aprendido lo que algunos parecen no saber apreciar: no hay recetas mágicas, las polí­ticas impuestas del pasado desde Washington a través de diferentes organismos internacionales no han contribuido al desarme de la desigualdad ni a la erradicación de la pobreza. Sabe que tiene enormes retos( gobernanza,riqueza compartida y estable,credibilidad, sintoní­a gobiernos-ciudadanos…) a la vez que se sabe poseedora de fortalezas y recursos, sobre todo humanos, para superar los desafí­os.

            Una semana de enseñanzas e ilusión.Heos  tenido la oportunidad de respirar , a orillas de ese maravilloso mar de Jalisco,un movimiento vivo al servicio de un  futuro prometedor a la vez que incierto.Realidades, compromiso, oportunidades desde una joven mayorí­a de edad con voz propia.Sin duda,un futuro posible desde un presente de esperanza.

«TRANFORMAR LA ECONOMIA CON RECETAS DEL PASADO…. UN NUEVO ERROR DE ESPAí‘A»

 

100 dí­as después de la llegada de un nuevo gobierno, el «milagro» del cambio no parece animar a la esperanza. Un nuevo gobierno, ganador mas que por acierto ó apoyos (el Partido gobernante (PP) perdió más de 1 MM de votos desde su última elección comparable) por el fracaso del anterior (PSOE) asociado a un profundo desapego social , en especial, de sus propios simpatizantes.

Si bien nadie espera que ningún gobierno sea capaz de superar en 100 dí­as la grave crisis por la que atraviesa el Estado Español, si cabrí­a observar algunas señales claras de futuro que orienten la ya tan evidente demanda de una radical transformación de la maltrecha economí­a española.

Si en un principio, España (y, sobre todo, su gobierno) fue incapaz de detectar el inicio de una crisis económico-financiera de gran magnitud, fue incapaz de reaccionar y comprender que no se trataba de una «crisis igual para todos» y que España padecí­a sus propias enfermedades, incapaz de señalar un camino y de afrontar un plan completo y coherente, las voces simplificadoras de un diagnóstico tardí­o señalaban un peligroso consenso en torno a «Ladrillo, burbuja inmobiliaria, nuevos ricos, organización del sector público, obsolescencia de la red de Cajas de Ahorros y abandono del tejido productivo».

Ante tal diagnóstico, «respuesta única»: concentración y reconversión de Cajas de Ahorros en bancos malos y peores con cargo a los presupuestos públicos, re-centralización y «unidad de mercado», parón indiscriminado de la inversión pública, «enésima reforma laboral», amnistí­a fiscal para defraudadores y discursos pseudo-soberanos anti intervención y rescate de la temida Unión Europea al servicio de los «Mercados». Adicionalmente, el gobierno se empeña en «explicar» lo que hace ó deja de hacer a través de la prensa (en especial en el exterior), bajo un doble argumento. «Es la única opción posible «ó» de no hacerlo, España será intervenida y rescatada».

Ante tales afirmaciones lo primero que deberí­a saberse es qué significa ser/estar intervenido. ¿Una intervención ó rescate («que viene el lobo») serí­a algo diferente ó peor al escenario actual? ¿Qué medidas adicionales habrí­an de implantarse? ¿Con qué objetivos y horizonte? ¿Quién será el interventor? ¿Con qué autoridad y bajo qué mecanismos de control?

En estos dí­as se habla de la «falta de un Relato económico, polí­tico y social« que explique la realidad de la situación, que señale quien decide lo que se hace y cuál es la oferta Paí­s que se pretende lograr para ciudadanos, empresas y gobiernos en este viaje temerario. Lo que si parece evidente es que España está hundida, sus problemas estructurales impiden cualquier recuperación en el corto y medio plazo, su insoportable desempleo seguirá reflejando la punta del iceberg de una economí­a obsoleta, necesitada de una transformación radical. Cuanto más se tarde en abordar una verdadera transformación económica más difí­cil y dolorosa será su salida.

Y, sin embargo, los anuncios observados (ratificados en el «presupuesto austero» presentado esta misma semana) van en dirección contraria:

a)   Centralizan y pretenden desmontar un modelo autonómico «de corte regionalizado o pseudo federal» que hasta hace tan solo unos meses parecí­a explicar la ventaja competitiva que  ha permitido el paso de una economí­a mediocre, proteccionista y aislada a una sociedad modernizada  y del bienestar,

b)   Imponen, ví­a Boletí­n Oficial del Estado, una falsa «unidad de mercado», obsoleta, paralizante e igualitaria en la mediocridad, bajo la dirección y control de un núcleo gobernante-funcionarial,

c)    Propagan una MARCA ESPAí‘A para vender por el mundo economí­as, regiones y realidades dispares unificando el peor de los ejemplos en perjuicio de comunidades y empresas que no viven ni el mismo modelo ni la misma crisis. España son al menos 4 y no una, si nos atenemos no ya a su sentido de pertenencia y vocación de autogobierno y expectativas de futuro, sino a sus cifras de paro , tejido económico, riqueza y bienestar,

d)   Desmontan gobiernos, inversión y polí­ticas públicos de medio y largo plazo profundizando en una recesión que parece haber llegado para instalarse por mucho tiempo,

e)   Fijan «cuotas medias», «tamaños óptimos», (producción, finanzas,desarrollo …) aprendidos de una Europa, sometida a una burocracia simplificadora y paralizante, que ha demostrado su escasa imaginación, nulo compromiso con la economí­a real, ausencia de control y decisiones democráticas…Hacia una Europa que parecerí­a empeñada en mirar al pasado y renunciar a construir su futuro,

          En definitiva, vuelta a los manuales del pasado para insistir en un  fracasado recetario. Todo menos abordar una compleja y  radical transformación económica demandante de nuevas estrategias y liderazgos                    al servicio del bienestar de los ciudadanos, la  competitividad de sus agentes económicos y sociales. Y la cohesión de pueblos y regiones que la conforman.

No hay una única solución. Nadie ha explicado porqué solamente debe aceptarse la ví­a que parece imponerse como única. Mientras tanto, hoy mismo, un nuevo mazazo al desempleo: carrera imparable hacia los 6 MM. La peor marca de Europa. Otra señal que deberí­a hacer pensar a quienes creen que la mal entendida austeridad (no invertir, no gastar, no avanzar, no soñar un futuro diferente, no arriesgar y no decidir…)resolverá, en el largo plazo ,los problemas propios de un modelo económico sin futuro.

COMPETITIVIDAD: ORKESTRA Y SINTONIA.

      Durante estas últimas semanas he tenido la oportunidad de participar en una serie de eventos relacionados con la competitividad y el desarrollo regional.

      La situación económica a lo largo del mundo viene generando no ya una profunda preocupación sino una intensa discusión en torno al futuro.Son demasiados los mensajes catastrofistas que impiden afrontar una ví­a de futuro que genere un mí­nimo de esperanza y dé luz , en especial a nuevas generaciones, para observar nuevos caminos.Si además, pasas una gran parte de tu tiempo «en el otrora paraí­so del crecimiento ,el boom inmobiliario,el turismo enriquecedor y el gasto ilimitado conocido como España»,tu desesperación puede rayar el infinito.Salir a la calle,escuchar informativos, charlar en un bar se convierte en una auténtica pesadilla alentadora de un pesismismo enfermizo:la peor crisis de la historia,400 000 concursos inmobiliarios abiertos,desempleo oficial superior a tasas del 21%,fracaso escolar inasumible,morosidad descabellada y paralizante de la actividad económica normal agravada por la sequí­a crediticia, fuga de capital humano…Datos y más datos que se traducen en medidas paliativas que no pasan de la terminologí­a «recorte» al uso,menor administración pública,disminución salarial y paralización o ralentización de la inversión ( en especial,pública).Todo con pocas muestras de inteligencia discriminativa capaz de optar entre el «gasto bueno» y el «malo».Etiquetas generalizables siempre que no afecten lo que parece inmutable ( desmadre en la farándula y deporte profesionales,chapuzas en la poco creí­ble administración de justicia,»bondad creativa y excelencia de gestión» en las administarciones centrales,por decreto ley»).Y,por supuesto,ni una sola palabra de futuro, ni una sola señal de esperanza, ni una sola intención de explicar el ¿Para qué?.

          Por contra, si tenemos la oportunidad de viajar por el mundo, a los datos observables se une una vigorosa sensación de movimiento, de iniciativa de crecimiento y emprendimiento ,de apuesta por un futuro deseable mejor que el presente, un esfuerzo permanente de formación y reto.Más allá de las enormes dificultades objetivas por la que atraviesan la mayorí­a de estos paises optimistas con su futuro,los problemas se enfrentan desde la óptica de la solución.Y en estos viajes nos encontramos con un diálogo vivo en torno a nuestros viejos conocidos  de la competitividad y el desarrollo regional, a la búsqueda de nuevos derroteros, renovados impulsos conceptuales, redefinición de instrumentos colaborativos y , sobre todo, la necesidad de encontrar la forma de facilitar el encuentro y consonancia de todos aquellos actores que hacen posible el logro de una estrategia compartida.

              Son ya demasiados los años pasados desde que los conceptos colaborativos se instalaron en la doctrina y recetas de una economí­s,sociedad y bienestar exitosos. Son demasiados los intentos por convencer de la complejidad para alcanzar los objetivos previstos y la inevitable necesidad de provocar procesos coopetitivos no ya solamente entre sectores público y privado sino entre diferentes jugadores en cada uno de ellos.Así­, si ayer, instrumentos como ORKESTRA ( Instituto vasco de competitividad) alumbraba un camino contra corriente para la creación de estas partituras compartibles, hoy, en otro extremo del mundo, surge SINTONIA como una iniciativa que pretende la conjunción de las principales Universidades, gobiernos de diferentes niveles institucionales y empresariado variado y plural en el Estado de Puebla , México, para provocar un impulso de futuro a través de un nuevo esfuerzo de desarrollo regional.Ni son las únicas ni serán las últimas iniciativas similares. En otros espacios, son ya cien las diferentes Universidades que de la mano de la red MOC del Instituto de Competitividad de Harvard, movilizan a miles de lí­deres al servicio de espacios de competitividad en los cinco continentes con un modelo conceptual homologable. Desde otra óptica, otras miles de voces hacen del intento por generar nuevos instrumentos nacionales, regionales y locales de Competitividad,foros activos de encuentro de los diferentes actores de una economí­a al servicio de los nuevos tiempos.

           Cuando volvemos a casa, vemos que pese a  las luces rojas que no paran de recordarnos la gravedad del momento, florecen faros de esperanza que iluminan nuevos caminos de futuro.No vendrí­a nada mal ser un poco más exigentes con quienes emiten los mensajes descriptivos diarios de las medidas propuestas «porque no queda más remedio», «porque la herencia recibida era peor de la esperada»,»porque ,como las familias, no se puede convivir con el endeudamiento»,»porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades»…Sacrificios,SI.Esfuerzos redoblados,SI.Austeridad y disciplina presupuestaria, SI.Pero hacia alguna parte.Todos juntos,sí­,pero bajo una batuta con autoridad reconocida,liderazgo respetado,credibilidad,compromiso y capacidad.Tan sencillo como lograr la SINTONIA adecuada debidamente o «ORKESTRADA».