Entre la magia, la manipulación del lenguaje y la elección del camino a recorrer

(Artículo publicado el 16 de Julio)

Semana de constitución de diferentes gobiernos (autonómicos, forales y municipales), campaña electoral y debate “especial” entre candidatos que optan a presidir un gobierno en el Estado español y tiempo de reflexión y elección de opciones tanto sobre liderazgos, como de proyectos y caminos de futuro que se esté dispuesto a recorrer.

Esta ocasión no es muy distinta a la que afrontamos cada vez que hemos de tomar decisiones que trascienden de nuestro ámbito e interés o impacto personal. La incertidumbre, la falta de información que nunca nos parece suficiente (jamás   dispondremos de información perfecta), la complejidad que habrá de determinar un futuro que por definición será más fácil concebir que acertar, condiciona la percepción de un no despreciable número de nubarrones o elementos en pleno cambio, que hacen combinar la dureza y dificultad de las barreras que conllevan con imaginarios o deseados espacios de oportunidad y esperanza. Ya sea uno u otro, el determinante crítico que lo inclina en uno u otro sentido dependerá, sobre todo, de nosotros mismos (en actitud colaborativa y colectiva) en función de nuestro compromiso con la decisión que tomemos, haciendo posible su ejecución hasta las consecuencias ultimas que conlleva.

Es verdad que hoy vivimos lo que en palabras de Branko Milanovic en su detallado artículo publicado estos días en Foreign Affairs, “La gran convergencia: equidad global y descontento”, parecería condicionar nuestro estado de ánimo, provocar una creciente desafección, en un cierto camino, acelerando la inclinación hacia una desafección con la democracia y sus líderes, autoridades e instituciones y que este triple sentido nos permitiría inhibirnos, uno a uno, de nuestras responsabilidades trasladando a terceros la culpabilización de aquello que suceda.

Agradecemos, así, la suerte de avivar nuestra pereza mental ante la multiplicidad de factores, desafíos y problemas que exigirían nuestra atención para repensar un futuro mejor. Dejar que las cosas pasen o que otros se ocupen de ellas, sin aceptar nuestra cuota de implicación, nos permite  minimizar el efecto en nuestras vidas de movimientos geopolíticos, de un reposicionamiento de roles de los actores de la economía en curso  hacia un nuevo modelo de crecimiento y desarrollo económico, la búsqueda de un nuevo mundo consciente de procesos cada vez más exigentes de inclusividad, de horizontes idílicos transitando hacia nuevas economías con alma, más allá del mercado, que busquen resolver, a la vez, objetivos económicos, sociales, medio ambientales, de gobernanza, con la consideración de todos los grupos de interés implicados, en un más que amplio proceso de co-creación de valor al servicio de todas aquellas sociedades y comunidades con las que interactuamos. Sabemos que los sistemas educativos y sociosanitarios, que las administraciones públicas, la organización institucional en cada espacio de acción, decisión o convivencia, nuestras empresas, nuestras familias, nuestro empleo y trabajo, habrán de transformarse y, a la vez, nuestro planeta “ha de ser salvado”. Somos conscientes que seremos nosotros (solos y en conjunto) los que habremos de protagonizar las respuestas para sus soluciones, y que será el balance entre nuestros objetivos finales y los tiempos y renuncias o logros lo que defina las transiciones necesarias para un escenario final. Sabemos que cualquiera que sea el camino, una conciencia doble de progreso social y de cocreación de valor, resultará imprescindible y que esto obliga a aportaciones y renuncias, derechos y obligaciones. Pero lo cómodo, la fuente de esa “pereza mental y actitudinal”, se convierte en coartada para dejar hacer a “otros”. Siempre tendremos la oportunidad, a posteriori, de descalificarlas por las decisiones que hayan tomado, por lo que hayan hecho o dejado de hacer, o simplemente porque nos afecte de una manera incómoda o indeseable.

En este contexto, me parece oportuno destacar esto que he llamado el “moverse entre la magia y la manipulación del lenguaje” que sirve a muchos para vender ilusiones trucadas o falseadas, ya sea por la habilidad de la no verdad, la utilización de expresiones específicas o de glamuroso marketing y que se venden como sinónimo de modernidad, envuelven la vanguardia, el camino al paraíso, instalados en la confortabilidad (de unos) explotando el dolor (el de cada uno que siempre es demasiado). Un buen ejemplo de esto es lo que hemos tenido oportunidad de presenciar estos días en los discursos de toma de posesión de nuevos dirigentes en instituciones vascas. Por centrar el comentario, limitamos el hecho nada menos que, a las propuestas de los Diputados Generales de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba (los tres del PNV y al frente de estos gobiernos en las últimas legislaturas y, de manera más o menos estable, en la dirección general de las estrategias del país desde el acceso al autogobierno tras el final de la dictadura franquista y proceso de recuperación democrática), y, en  su contraposición, la réplica de los portavoces de Bildu (oposición autodefinida como progresista, nueva y en absoluto vinculada con un pasado inolvidable para quienes debimos sufrirlo: la Sociedad Vasca): “Continuismo versus NUEVOS TIEMPOS y PROYECTOS PROGRESISTAS”.

El “CONTINUISMO” proclamado por las presidencias supone avanzar en las siguientes fases correspondientes a un proyecto de construcción de un país moderno, vanguardista, basado en un destacado modelo de desarrollo humano sostenibles, inclusivos, que ha hecho de la combinación, a la vez, de los objetivos y políticas sociales y económicas, un innovador espacio y territorio al servicio del bienestar de los ciudadanos. Ha permitido transitar desde la nada hacia un espacio de bienestar en privilegiados puestos de cabeza, generando un mundo mejor. Su continuismo no significa detenerse, sino, por lo contrario, profundizar en el siempre inacabable recorrido que se requiere en este interminable proceso que ha de afrontar, día a día, novedosos cambios y desafíos, nuevas demandas sociales, profundas transformaciones radicales, aportando la fortaleza institucional necesaria. Es “continuismo” incorporar a las mega tendencias exponenciales, que se darán, queramos o no, aquellos nichos o ventanas de oportunidad desde nuestro capital humano y social, desde nuestras capacidades, dimensión y voluntad, la innovación radical demandada, el rediseño de un cada vez más exigente sistema de prevención, protección y seguridad social, un verdadero estado de bienestar sostenible, una industria-empresa-economía generadora de riqueza y empleo, que posibilite financiar el desarrollo inclusivo deseable y hacerlo, en el marco de las complejas y exigentes transiciones sociales y demográficas, hacia una energía verde, digitalizando -bajo control democrático- nuestras vidas, incorporando tecnologías facilitadoras, revitalizando o recreando instituciones democráticas, co-creando valor empresa sociedad, junto con todos los actores implicables (público, privados y de iniciativa social), en un mundo convergente en torno a un propósito y estrategia compartida. Esto es el continuismo del que mujeres y hombres que representan al PNV en las instituciones se sienten y salen orgullosos y comprometidos con un tracto histórico que nos pertenece al esfuerzo solidario de toda la sociedad vasca. No es, por el contrario, el discurso del “todo empieza hoy, de cero conmigo”. No es la sorpresa de quien cree descubrir América cada vez que se asoma a una ventana desconocida. Estos nuevos descubridores quizás no han descubierto aún todo aquello construido a lo largo del tiempo pese a que ellos se empeñaron en destrozar. Lo “nuevo” no es cambiar el lenguaje para proclamar que “ahora sí se apostará por una industria”, que ellos paralizaron e hipotecaron con una violencia y extorsiones o falsas banderas del ecologismo buenista, ni es, por fin, el momento de descubrir que en Noruega existen paraguas eólicos con participación pública (cuando ellos suprimieron una Euskadi no eólica), ni es “el momento del ferrocarril” (cuando lograron paralizar, encarecer, aterrorizar y eliminar a quienes creyeron en él hace décadas). No es tampoco el “nuevo tiempo” para “pensar en una nueva y moderna política fiscal” tras años de padecer “su sistema fiscal paralelo de la economía negra e ilícita”. No es tampoco, el momento de reinventar un sistema sanitario o un sistema educativo con la simpleza de “inventar profesionales de la salud” en 24 horas, ni mucho menos, supone modernizar la economía con autoempleo juvenil pseudo emprendedor mientras no tengan éxito en su empresa ya que pasarán a convertirse en empresarios continuistas…

La perversidad del lenguaje puede jugar peligrosos pasados. La complejidad y desafíos que afrontamos exige CONTINUISMO RADICALMENTE exigente acometiendo todas las inmensas transformaciones que necesitamos. Un largo plazo, con una visión y propósito debidamente orientados, con pulso, voluntad y experiencia firme para continuar con la cadena irrompible que permite no empezar de cero cada vez que alguien cree descubrir un nuevo continente, en la puerta de casa. Katea ez da eten!

De esto también va el compromiso y oportunidad de votar. Algo más que elegir cediendo responsabilidades en terceros.

Celebrar y reconocer lo construido

(Artículo publicado el 2 de Julio)

ORKESTRA, Instituto Vasco de Competitividad, ha actuado durante la semana, en su sede de Donostia-San Sebastián en la Universidad de Deusto, como anfitrión y actor protagonista de un nutrido elenco de profesores, investigadores y profesionales de la alta dirección pública y/o privada, en diferentes lugares del mundo.

La convergencia del XX Aniversario del programa de Microeconomía de la Competitividad que viene impartiendo como miembro destacado de la Red Global M.O.C. del Instituto de Estrategia y Competitividad de la Universidad de Harvard, bajo la presidencia y dirección del profesor Michael E. Porter, junto con un Seminario Internacional con la participación de los principales institutos que conforman esta amplia Red de 132 Universidades e Institutos en los cinco continentes, bajo el reclamo de ”la construcción de una competitividad sostenible desde la investigación transformadora” (Building sustainable competitiveness futures through transformative research) y un tercer workshop conjunto ORKESTRA-British Columbia University en torno a la competitividad para el desarrollo regional inclusivo, ha permitido avanzar en la búsqueda colaborativa de soluciones y prácticas para el bienestar y prosperidad de las sociedades, personas y organizaciones, con y desde el reconocimiento general del posicionamiento líder de Euskadi, con su Modelo Vasco de desarrollo humano sostenible, generado a lo largo de los años.

Tras siglos de uso y presencia de conceptos de competitividad, ventajas competitivas y comparativas para dotar a las diferentes naciones y regiones de los elementos esenciales y diferenciales para su desarrollo territorial, económico y social, aportando valor único y bienestar a sus comunidades, personas y empresas que participan o desarrollan su actividad en una determinada área base, interactuando con diferentes activos que explican sus resultados finales, la evolución de sus marcos de estudio, sus palancas y políticas aplicables, su capital social generado, sus liderazgos sostenibles y su avance transformador inacabable, constituye un modo especial para identificar y medir el avance, desarrollo y sostenibilidad de la complejidad económico-social-institucional que determina y garantiza la prosperidad inclusiva de una nación, región, ciudad o zona concreta, permite su comparación (por lo general para su propio aprendizaje y líneas de mejora) con otras. COMPETITIVIDAD, entendida correctamente o no en sus verdaderos términos y conceptos, acuña una referencia universal para acercarse a la comprensión del nivel y bienestar de una sociedad, así como a la capacidad y eficiencia diferencial de una economía o empresa.

Que un Instituto vasco como ORKESTRA y su MODELO BASE y DIFERENCIAL, acojan este triple espacio ni es casualidad, ni fruto de la “inspiración divina”, ni una “suerte temporal o rotatoria”. El esfuerzo colaborativo de múltiples actores durante un larguísimo tiempo, su ganado prestigio entre “pares”, su contribución al avance y modelos del conjunto de la Red Mundial de primerísimo nivel de la que es pieza destacada es consecuencia del acierto sostenido en lo que podría parecer “un modelo y desarrollo natural” propio de nuestro país y sociedad.

El  que  estos eventos se iniciaran el pasado lunes con la intervención de nuestra Consejera de Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Sostenibilidad del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, exponiendo la actualización permanente y futuro del “Caso Vasco”, su política industrial-económica-social, no solamente resultaba adecuado para el auditorio al que se dirigía (el Caso Vasco forma parte del contenido y curriculum académico que imparte la Red M.O.C en las 132 Universidades señaladas, es objeto de múltiples trabajos complementarios en investigación en la Red y elemento de divulgación y base de otras muchas líneas de trabajo) sino que aportaba una visión dinámica, no solamente del contexto en que se ha venido desarrollando desde el año 1.980 en el que Euskadi accedió a sus iniciales pasos de recuperación y actualización de su autogobierno, tras la dictadura franquista, sumido en una profunda crisis multifactorial, sino, sobre todo, de la transformación evolutiva y sistémica que ha venido experimentando hasta nuestros días. De su mano, pudimos acceder a la renovada plataforma de política industrial que, a través de la SPRI, ha puesto a disposición abierta, en la web, entendiendo el marco conceptual del modelo, el rol multi propósito de cada política o programa, la configuración de lo que podría concebirse como ecosistema vasco, el papel de cada una de sus innumerables agentes o actores y de su clara alineación en una estrategia completa, público-público y público-privada.

Bajo este marco, el formato participativo elegido por Orkestra para recordar sus 20 años de formación de líderes y formadores a lo largo de sus ya largas promociones, permitió compartir las experiencias profesionales de una destacadísima presencia de exalumnos, hoy altos cargos de las diferentes Administraciones Públicas, Universidades, Institutos y Centros Tecnológicos, de investigación, profesores-investigadores, dirigentes de Asociaciones Clusters y entes facilitadores, entes de promoción y desarrollo comarcal, alta dirección empresarial y exitosos empresarios y emprendedores. Escuchar a todas ellas lo que significó cursar el M.O.C. en su etapa profesional, aquello en que cambió su entendimiento del marco completo, el por qué y para qué de la competitividad bien entendida, los determinantes de la misma, la interacción indispensable de las políticas y objetivos económico-sociales-medio ambientales a la vez, la interacción en diferentes niveles de acción geográfica (local, internacional) y diferentes roles a lo largo de diferentes cadenas globales, regionales y locales de valor, sus estrategias completas alineadas con los de los países o regiones en los que trabajan, la ruptura del concepto sectorial tradicional y el conocimiento de la fortaleza de clusterizar la economía, extendiendo el ámbito de sus tradicionales empresa-sector, a la vez que poniendo en valor la conjunción entre roles públicos y privados coopitiendo, aporta el verdadero sentido del enorme camino recorrido.

450 exalumnos del M.O.C., con brillantes trayectorias profesionales. Actores insustituibles del Modelo y Caso Vasco. Compartiendo modelos de referencia, unidos por un lenguaje y compromiso común, entendiendo el papel del trabajo colaborativo. Un verdadero ejemplo vivo del por qué y cómo del éxito de una estrategia sostenible. ¿Cómo no se va a generar un impacto positivo en la sociedad vasca con una experiencia compartida como esta?

Así, en procesos inacabados (por definición) como este, cambiante ante diferentes demandas y exigencias de los tiempos, de las sociedades, de las empresas y sus roles diferenciados  y las personas, así como del rol exigible a los diferentes gobiernos, los diferentes miembros de las instituciones participantes en el seminario sobre investigación transformadora, continúan su intenso trabajo en el análisis y redefinición de la competitividad, la evolución de su propio significado, la evolución transformadora de sus propios determinantes y la propia adecuación de su lenguaje a los tiempos. Competitividad-Prosperidad-Bienestar-Territorio indisolubles y multi propósito estratégico, investigación no solamente aplicada, sino transformadora, la diferenciada concepción según tiempos, grados desarrollados, geografía y culturas, además de capacidades, capital humano, capital heredado, tejido económico, compromiso y valores sociales e individuales, calidad y confianza en los gobiernos, liderazgos… Tuvimos, bajo la coordinación de ORKESTRA, la oportunidad de participar de relevantes líneas de investigación en curso, conocer el foco de sus trabajos, el propósito de sus proyectos y el movimiento vivo y creciente a lo largo de diferentes contextos, realidades y actores.

Y, por supuesto, tuvimos la oportunidad de viajar con ellos hacia el futuro, repensando el nuevo espacio que habrá de redefinir y reorientar la competitividad y las estrategias asociables con ella, en su sentido amplio. Investigación y prácticas transformadoras al servicio de la Comunidad.

Hoy ha sido el momento de ORKESTRA. Unos días para sentirnos orgullosos de su papel, su evolución, su impacto en la sociedad vasca, en nuestras empresas y nuestra economía. Una pieza dentro de este gran ecosistema que hace posible la existencia de un MODELO VASCO, construido, día a día, por multitud de agentes y personas. Es uno de los ejemplos que permiten explicar un avance colectivo significativo. Un modelo que posibilita que las empresas que operen aquí encuentren elementos diferenciales para su éxito y sostenibilidad, que las personas que viven aquí puedan realizar sus trayectorias vitales y profesionales desde aquí conectados con la vanguardia del conocimiento, de oportunidades y relaciones a lo largo del mundo y que la calidad y niveles de vida y prosperidad inclusivos satisfagan una sociedad, día a día, para sociedades y comunidades cada vez más igualitarias y solidarias.

El reflejo positivo experimentado hoy, se generaliza, día a día, de la mano de otras muchas piezas que conforman nuestro reconocido modelo propio. Celebremos los logros y apreciemos lo que tanto nos ha costado construir y hacerlo sostenible.