Diseño Industrial en Euskadi. 30 años después… Design FORwHUM?

(Artí­culo publicado en Deia el 13 de Julio)

Hace 30 años, el entonces recién creado Departamento de Promoción y Desarrollo Económico de la Diputación Foral de Bizkaia, proponí­a su Plan de actuación económica 1984-1987 en el que incluí­a una serie de iniciativas de Polí­tica Tecnológica e Innovación, entre las que se recogí­a DZ-Centro de Diseño Industrial con el objetivo de atraer conocimiento y experiencia internacional, formar y crear competencias y capacidades en el Paí­s, promover emprendizaje en su ámbito de actuación, generar una red-networking profesional y facilitar su difusión e información. Todo ello orientado a «crear y generar  un movimiento para incorporar valor a nuestro tejido industrial». Nací­a una iniciativa que empezó por reclutar y formar futuros profesionales en un campo hasta entonces escasamente apreciado y poco introducido en los procesos y productos manufactureros. Así­, las principales escuelas y centros de diseño (Alemania, Reino Unido, Italia, Chile, México, Finlandia…), establecieron convenios con la DFB-DZ y abrieron sus puertas a la formación de un núcleo básico de personas competentes como germen de lo que hoy son cientos de profesionales, empresas y organismos especializados en el diseño en sus múltiples facetas y áreas de intervención. Como tantas iniciativas disruptivas, también ésta fue objeto de crí­ticas y debates periodí­sticos, bien porque surgiera de «un ámbito local o menor», porque viniera apoyada en «profesionales extranjeros» o porque «ya hay Centros de Diseño en Catalunya y no hay lugar para otro en el Estado» o, incluso, porque «no son estudios universitarios serios». Afortunadamente, DZ siguió adelante y, progresivamente, fue sumando apoyos del Gobierno Vasco, de unas pocas empresas y de la propia Comunidad Económica Europea (de entonces), captando fondos estructurales para su equipamiento y explotación así­ como para la promoción del diseño en todas las áreas vectoras de entonces (diseño gráfico, diseño industrial y diseño multimedia).

Con esta base y el esfuerzo continuo de profesionales, empresas e Instituciones se ha llegado hasta aquí­. Esta semana, con ocasión del dí­a mundial del diseño, bajo la iniciativa del Bilbao-Bizkaia Design & Creating Council (BBDCC), se han celebrado unas jornadas de promoción con la pretensión de impulsar este nuevo foro de diseño orientado a las llamadas «industrias creativas» en las que el mundo multimedia («fun & serious»), la moda, la arquitectura efí­mera y las ciudades parecen acaparar el complejo mundo del diseño. Invitado a participar en el mismo, me preguntaba de qué FORO estamos hablando y, sobre todo, lo que llamo -usando las prácticas creativas- «Design FORwHUM», es decir, ¿diseño par quién o para qué?

El propio BBDCC-BEAZ realizó un estudio comparado de la industria del diseño (Euskadi, Alemania, UK, Italia), del que se desprende una taxonomí­a no excesivamente optimista cara a su fortalecimiento y factor esencial de desarrollo futuro (muy similar, por otra parte, en los diferentes paí­ses objeto del análisis). Se tratarí­a de un mundo sumamente atomizado, poblado por microempresas unipersonales, «fashion oriented« y un tanto excluyente de otros espacios como si el resto de las industrias no fueran creativas -o no deberí­an serlo-, locales y sin vocación ni interés ni capacidad de crecer y/o internacionalizarse, asociables al auto empleo individualizado, concentrado en el producto de bajo o medio contenido tecnológico, con excesivo peso en la llamada «creatividad», un tanto aislada del valor y no inserta en el tejido industrial y las principales apuestas de futuro de nuestra economí­a Paí­s. Adicionalmente, se observa un esquema de ayudas públicas  con claro sentido horizontal y de escasa intensidad de intervención directa. En definitiva, la fotografí­a de una industria que si bien ha superado la necesaria atracción y creación de talento requeridos no ha logrado, aún, el fortalecimiento colectivo en torno a entidades y empresas de referencia y soporte,  esencial para que nuestra economí­a satisfaga las necesidades de generación de riqueza y empleo requeridas y que, sin duda, ha de demandar al mundo del diseño y sus profesionales.

Hoy, como hace 30 años, el mundo del diseño sigue siendo esencial («Visión esencial para la Humanidad»). En el caso de Euskadi, el diseño no puede ser una pieza libre sino que ha de implicarse en la esencia de la apuesta en curso. Si, por una parte, nos definimos como una economí­a manufacturera sofisticada y/o avanzada y de servicios especializados o con clara focalización hacia la llamada «servitización«, y asistimos a una reformulación de la estrategia de Competitividad y Bienestar, que propone cambiar una «Estrategia de Especialización Inteligente» como Ciudad-Región en el marco conceptual de la Unión Europea, en un escenario de renacimiento industrial que ha pre-definido una serie de «tecnologí­as facilitadoras desde el Conocimiento ó KET en el lenguaje de la Unión» (entre las que, afortunadamente, se incluye el diseño), orientadas a 3 industrias-espacios prioritarios de futuro según la apuesta ordenadora de la Red Vasca de Ciencia y Tecnologí­a (Manufactura avanzada, energí­a y ciencias de la salud), con clara vocación internacionalizadora soportada en empresas en crecimiento en marcos colaborativos y alianzas que la hagan posible, el nuevo diseño industrial ha de recrearse. En consecuencia, sus propios protagonistas y las Instituciones hemos de reformular su proceso, campo y reorientación. Así­, el nuevo espacio del diseño parte, por supuesto, de implicarse en el proceso creativo y las actividades «fashion», pero ha de trascender hacia el resto de mundos por los que nuestra economí­a transita hacia un progresivo e ilimitado universo (multimedia y digital, arquitectura, territorio, movilidad, eco-diseño, vivienda, TICs, hogar y electrodomésticos, automoción, aeronáutica, maquina herramienta, manufactura avanzada, soluciones urbanas innovadoras…). Es sin duda, un nuevo tiempo para nuevos instrumentos. Por tanto, reinventemos y recreemos DZ. Un laboratorio vivo de Diseño Industrial que reconduzca el movimiento creativo, incorpore nuevos esquemas y procesos formativos, acerque el binomio diseño-industria, favorezca el asociacionismo y alianzas colaborativas, dote de mayor músculo financiero y empresarial a nuestros profesionales y aporte infraestructura paí­s para su desarrollo además de reforzar la «oferta diseño Paí­s» conjunta, su difusión e incentivación. Otra vez, necesitamos un claro apoyo público institucional para superar las «debilidades y fallos del mercado», concentrando acciones en la formación y educación continua y/o ejecutiva, la compra pública, el apoyo a proyectos empresariales y la inserción laboral y de talento en las iniciativas empresariales objetivo alineadas con nuestra polí­tica industrial.

Hoy, treinta años después, el diseño industrial continúa siendo esencial. Como en otras muchas áreas de intervención, los éxitos logrados no permiten su continuismo ordinario. Saltos cualitativos, movimientos radicales y disruptivos son imprescindibles. Como en toda polí­tica económica (también industrial y tecnológica, por supuesto) el riesgo de elegir y apostar resulta inevitable. Hoy, Euskadi dispone de suficientes mimbres sobre los que pegar este salto en el necesario y esencial campo del diseño. Necesitamos y debemos explotar el buen nombre que determinadas marcas, industrias, empresas y soluciones gana dí­a a dí­a a lo largo del mundo. Resulta fundamental para cumplir con esa «visión esencial» que de forma tan compleja define la ICSID: «Actividad creativa cuyo objetivo es establecer las cualidades multifacéticas de objetos, procesos, servicios y sus sistemas en diferentes ciclos de vida. Es el factor central de la humanización innovadora de las tecnologí­as y su factor crucial y económico». Si es así­, no podemos prescindir de «Diseñar para la Humanidad». ¡Aunque sea difí­cil!