ALEMANIA CAMPEí“N DE LA COPA DE EUROPA 2012.(EN INTERí‰S DE TODOS)

Coincidiendo con el inicio de la euro copa 2012 de futbol en Polonia,he recibido un informe sobre el estado de las finanzas y economí­a global,elaborado por una prestigiosa firma de analisis e inversión.Me ha llamado la atención su reclamo inicial invitando a los lectores a concentrarnos tanto en el calendario de foros y eventos previstos para un mes de Junio  del que se espera surjan decisiones clave para nuestro futuro ( reunión del G-20,elecciones en Grecia, calendario electoral de Obama, auditorí­as de la banca española), como-sobre todo-su referencia al hecho de que los equipos ganadores de las  eurocopas anteriores han sido GRECIA y ESPAí‘A.Curiosa coincidencia.Los tres rescatados( si bien el rescate o intervención española parece hoy más oficioso que oficial y atendiendo a las manifestaciones del Presidente Rajoy,no toca hablar de ésto mientras el no lo comunique).

El mencionado informe se pregunta que pasarí­a si en esta ocasión el ganador resultara la selección alemana ( y no Portugal o Irlanda en la» lógica histórica»).En seguida recuerda como «la castigada y humillada Europa» ha combinado tres campeones paseando su orgullo futbolero a la vez que el penoso debacle de sus economí­as en detrimento de sus empresas cada vez más castigadas e infravaloradas y  de sus ciudadanos padeciendo el alejamiento acelerado de su soñado estado de bienestar.Escenario paradójico que  ,pareciendo increí­ble, tolera a unos futbolistas,entrenadores y directivos de clubes en sus respectivas ligas, con sueldos y beneficios multimillonarios a la vez que reclama ajustes y limitaciones en otros ámbitos. Paradoja que permite que convivan polí­ticas restrictivas en la inversión y el gasto público con el incentivo y beneficio fiscal a las estrellas mediáticas, con el apoyo decidido se procesos que facilitan todo tipo de iniciativas al servicio de «los chavales que tienen una carrera profesional muy corta2 como si el resto de los mortales tuviéramos asegurado un empleo estable de por vida ( a excepción de funcionarios y asimilados).

De esta forma, el éxito futbolí­stico,en estos tres páises,considerado como «un valor en alza» se ha traducido,en paralelo, en la peor cotización  histórica de sus compañí­as otrora punteras,en un profundo deterioro recesivo de sus economí­as y la pérdida del control democrático de sus decisiones,de la mano de «árbitros de negro,conocedores del reglamento,encargados de aplicarlo sin considerar contexto alguno».Mucho futbol y poca economí­a real.Por eso, la apuesta por un nuevo campeón, alemán, podrí­a contrarestarse con una generosa relajación monetaria y presupuestaria facilitando medidas en favor de una demandada recuperación económica.atendiendo los reclamos de un mes de Junio favorable a las ideas de otros jugadores( G-20,FMI, Obama,Gobiernos X…).Un mes de Junio necesitado de decisiones ,más llá de encuentros amigables, en los que se responda a una demanda inaplazable.Tanto Europa como la economí­a global necesitan mucho más que polí­ticas de ajuste y restricción de su gasto público( en todo caso, esto deberí­a obedecer a razones estratégicas sobre gobernanza y rol público-privado y no a manuales contables) acompasados a la capacidad real de respuesta de las empresas, paí­ses y sociedads a las que van dirigidos.Se trata de » recuperar y salvar» por lo que toda supuesta medida de ayuda que no contemple la posibilidad real de ser devuelta, fracasará, hundiendo al supuesto benefactor de la decisión.

Así­ las cosas, solo me queda apostar por el triunfo de Alemania. Que sus éxitos deportivos los compense con la generosa cesión al diálogo y propuestas alternativas.Que la Eurocopa para Alemania, la remontada electoral de Obama en us carrera electoral,los supuestos nuevos aires de Hollande, la voz de las sociedades griega y holandesa en favor de soluciones viables,posibiliten un cambio de rumbo en el sofocante clima recesivo.Nuevo campeón en futbol y nuevos vientos para las economí­as europeas.Al parecer, es la estadí­stica e historia deportivo-económica. Aunque la roja mediática se deshinche. ¡Es cosa de Economí­a!