SOBREVOLANDO LA CRISIS.

       El  comisario de Economí­a de la Unión Europea, Joaquí­n Almunia,ha hecho públicas sus últimas previsiones anunciando un horizonte cada vez más negro,si bien «tocando fondo»  al objeto de recabar un esfuerzo serio,comprometido y solidario de todos a la vez que transmitir un mensaje de a esperanza cara a abordar caminos de futuro.En este marco anunciado,ha vuelto a señalar a España y su economí­a en el furgón de cola,advirtiendo que los datos esperables son considerablemente peores que los que maneja el gobierno Zapatero y sitúa como referencia global de la crisis ,un desempleo esperado superior al 20% para finales de año,en medio de un modelo económico cuya superación exige una transfromación radical de mentalidad, estrategias, jugadores y reorientación de recursos.Transformación que obliga a un reposicionamiento estructural, a soluciones comprometidas en largo plazo y a superar resistencias consolidadas en los principales agentes y grupos de poder establecidos.Obviamente, además, resultan imprescindibles medidas de urgencia que permitan resolver problemas sociales de grave intensidad, en un escenario en que el liderazgo polí­tico del presidente de gobierno brilla por su ausencia, su apoyo parlamentario es endeble y variable, ,la confianza que genera es inexistente y su credibilidad desaparecida tras la evidencia observada en su comportamiento en el pasado.

      Rodrí­guez Zapatero sobrevoló la crisis ( para él era inexistente y solamente fruto de mensajes catastrofistas e interesados de la oposición), aferrado a una «suave caí­da de nuestro altí­simo y sólido crecimiento»; y ahora nos anuncia «que lo peor ya ha pasado» y pretende animar a la sociedad pregonando un claro relanzamiento de la economí­a.Por si acaso, se ha rodeado de sus compañeros de aparato,incorporándolos al Gobierno para evitar crí­ticas y fisuras internas,aprovechar cualquier oportunidad mediática ( Juegos Olí­mpicos,Cumbres G»X»,seguir los partidos de futbol desde Moncloa con sus ministros a quienes ha animado a fotografiarse cada vez que se encuentren en el parking oficial,etc.) y esperar a que la «coyuntura global» devuelva la normalidad.En todo caso, como muy bien se ha apresurado a comunicar la Vicepresidenta económica, «se trata de previsiones y no de datos».

        La gravedad del panorama observable no reside en la fotografí­a en negro que observamos si no la falta de guión para una pelí­cula de futuro.Se desconoce una estrategia creí­ble ( y,peor aún, no se le espera),se asiste, dí­a a dí­a, a anuncios sin fuerza, se comunican medidas y «planes»  ( que casi siempre pretenden comprometer a otras administraciones y agentes competentes en las materias sobre las que el gobierno central dice actuará) que no vienen acompañados de recursos, calendarios e instrumentos que los hagan aplicables y ,de esta forma, parecerí­a que hemos de acostumbrarnos a sobrevolar una supuesta crisis en apariencia solamente existente en informes y estudios de prospectiva.Eso sí­,los crecientes nuevos desempleados, los generalizados deudores,la ingente población cada dí­a más marginada de expectativas y realidades positivas de vida y futuro, no parece compartir esta imagen distorsionada que se pretende transmitir. 

      Confí­emos en que la UE se equivoque y que sus previsiones se vean evitadas por una buena acción de los gobiernos y agentes económicos y sociales.Esperemos que seamos capaces de provocar un escenario futuro sobre DATOS distintos y positivos.Pero para provocar un escenario diferente al que nos han contado, son muchas las cosas que han de cambiar: ganar la credibilidad, confianza y autoridad para liderar una estrategia ( por diseñar),empeñarse en ella y favorecer la participación y cooperación real ,desde el compromiso y no desde la publicidad,implantando instrumentos, medidas y recursos observables.No tenemos mucho tiempo.La crisis es real y las necesidades urgentes.