El pasado viernes, tuve la oportunidad de participar en la Asamblea de ASLE ( Asociación de Sociedades Laborales de Euskadi) con una conferencia que da pie a estos comentarios.
Si bien hace ya muchos años, en el marco de otra crisis,(1985) tuve la oportunidad de vivir muy de cerca el esfuerzo y motivación que impulsaron a la creación y desarrollo de este movimiento de la economía social que se unía al cooperativismo existente en el País,la gravedad y agudeza de la crisis actual suponía un buen pretexto para preguntarnos si la ECONOMíA SOCIAL es un buen instrumento para responder a los desafíos de la pyme. Mi respuesta es afirmativa.
En un momento en el que se pasa desde la manifestación de la necesidad de «reinventar el capitalismo» y la gobernanza pública centrando en gobiernos y políticos la responsabilidad y culpabilidad de todos los males o en la demagógica simplificación hiriente de algún sindicalista trasnochado que llama «malditos» a los empresarios ( sin distinción o matiz) a esquemas de pensamiento único en un mundo extraordinariamente complejo en el que parece cuestionarse el rol de todos los agentes económicos, de todas las políticas en vigor a la vez que la propia concepción y organizaión de la empresa queda al margen, parecería imprescindible dedicar esfuerzos de analisis y empeño transformador hacia el seno de esta fuente básica de riqueza.Y es en este contexto en el que ,observadas las tendencias y señales que la economía de hoy de mañana nos ofrecen, debemos observar la empresa por dentro y su rol esencial en la creación de valor.
Hace ya tiempo que las sucesivas «modas u olas dominantes» en el mundo del management retomaron conceptos como la responsabilidad social corporativa omo figura complementaria del compromiso y rol empresarial.Se presentaba como un apartado ex post del resultado de la empresa en su aplicación voluntaria a una acción extra empresa, ligado más a estrategias de marketing,reputación y «moral de buen ciudadano» que a estrategias esenciales del propio sentido,compromiso,estrategia y valor de la empresa.Otros movimientos como el de la ECONOMíA SOCIAL en múltiples manifestaciones a lo largo de la historia han apostado por configurar un proyecto único en el que converjan proyectos profesionales de empleabilidad,de dignidad y desarrollo personal y de forma de vida en torno a una empresa determinada.Así, con mayor o menor acierto, con mejor o peor desarrollo de los diferentes elementos que la conforman ( la definición en sí misma, su organización, la participación de los trabajadores-todos o algunos- en el «capital», su gobernanza y dirección,etc.),hoy, la economía social brota como un elemento facilitador de las respuestas demandadas por la nueva economía y empresa.
Y dentro de este concepto, más allá de la composición societaria de que se trate ( desde los ya al parecer olvidados movimientos fabianistas o autogestionarios, o de múltiples modelos de cooperativismo, ó de las propias sociedades anónimas laborales ó partenariados de profesionales liberales…)cobra especial relevancia la necesidad de afrontar «estrategias de co creación de valor empresa-sociedad». Término acuñado por le profesor Micahel E. Porter hace ya unos años confrontando la crisis en los albores del 2008 con las ideas esenciales para fortalecer a las empresas en su competitividad.Se trat de olvidar reticencias y complejos del pasado en ese simplista mundo de separar los roles de gobiernos y empresas de forma radical,difernciando mundos de buenos y malos o catálogos teí§oricos de «separación de competencias y funciones».Así,lo que hace unos años parecían «mal llamados impuestos adicionales» a las empresas por ocuparse de sostenibilidad y medio ambiente, de la educaión y formación de us trabajadores, la salud de las comunidades en las que desarrollan sus operaciones, el compromiso con la comunidad en que se trabaka,ó las políticas de género y la seguridad en el empleo,así como la promoción estable,en el tiempo ,de un proyecto laboral,hoy se convierten en corazón del valor de la empresa » core value» y son la esencia de su estrategia.Así, bien por necesidad determinada por la naturaleza del negocio empresarial ( implantaciones en zonas aisladas y remotas,por ejemplo),bien por eficiencia en el uso compartido de recursos( infraestructuras),bien por el tipo de formación y capacitación especializada requerida, las empresas y los gobiernos desarrollan estrategias compartidas en torno a un determinado valor. Este proceso de co creación de valor abraca a la totalidad de la estrategia, se desarolla en su integridad de forma simultanea, abarca al conjunto de los stakeholders y se aplica a la totalidad de los elementos de la cadena de valor.En definitiva, el modelo de negocio y las estrategias co-creativas se funden en un bien de máximo valor.
Concepto estratégico que refuerza la actualización de las ideas asociadas a la economía social,al rol de las personas en la empresa-sociedad, a la apuesta ,participación y compromiso en los proyectos profsionales que trascienden de las perspectivas individuales y diferenciadas como trabajador, asalariado, cioudadano, inversor, redefiniendo un papel completo de la persona como actor indispensable en el desarrollo económico. Una pieza esencial para afrontar los desafíos de la economía futura.