MEXICO:NUEVO PRESIDENTE Y PACTO PARA LA TRANSFORMACIí“N DEL PAíS.

Contra lo que viene siendo habitual en las tomas de posesión de nuevos gobiernos, caracterizadas por el ataque frontal de los partidos en la oposición, la entrada del nuevo Presidente de México,Enrique Peña Nieto,con la vuelta de su partido -PRI- al gobierno del Paí­s tras 12 años de oposición, ha venido acompañada de un insólito «PACTO POR Mí‰XICO», sucrito por los tres aprtidos mayoritarios ( PRI,PAN y PRD), comprometiéndose a trabajar de manera concertada en favor del fortalecimiento del Estado,la democratización de su economí­a y la ampliación de los derechos sociales y de una nueva gobernanza soportada en una mayor participación ciudadana y la correspondiente evaluación y control de las polí­ticas públicas.El acuerdo se traduce en 95 medidas de largo alcance que habrán de implementarse a lo largo de los próximos seis años, perí­odo del nuevo gobierno, y que obligan a profundas modificaciones legislativas, reorganización de significativos poderes del Estado, fortalecimiento de la autonomí­a federal y de la capital del Estado además de una profunda reforma fiscal y tributaria así­ como una extraordinaria reorientación del gasto público y su financiación.

En el trasfondo de este compromiso subyace un objetivo-vector : crecimiento económico del 5% anual a lo largo del perí­odo 2013-2018.Este objetivo marca un Acuerdo para el crecimiento económico,el empleo y la competitividad.

Objetivo ambicioso que, atendiendo al mencionado PACTO, habrá de conformar una agenda especí­fica que hará de la «introducción de la competencia» en las industrias clave su principal elemento dinamizador. Así­, las dos principales empresas públicas del Paí­s ( PEMEX Y la Comisión Federal de Electricidad) se abrira´na a la coopetencia público-privada, siempre manteniendo la esencia de la propiedad pública de sus principales valores patrimoniales de la población: hidrocarburos y electricidad. Del resto, se podrá transitar hacia nuevos modelos, nuevas fórmulas compartidas de generación y reparto de valor, a la vez que serán los principales focos evaluables y controlables de intensos programas de transparencia y anticorrupción.Adcionalmente, industrias de las telecomunicaciones, medios de comunicación,la cadena alimentaria,minerí­a… habrán de abrirsa una profunda transformación, iniciativas y leyes antimonopolio y apertura controlable por nuevas entidades públicas de supervisión.El sector financiero y , en especial la banca, serán objeto de nueva regulación encaminada a abaratar el crédito a empresas y familias y, adicionalemte, una mayor autonomí­a de lso Estados habrá de facilitar una creciente y deseada descentralización del Estado.El PACTO incluye un intensivo Plan de Inversiones con especial acento no solamente en las infraestrcuturas fí­sicas( ampliamnete detallado en la tecnologí­a digital y la generalización de la banda ancha a lo largo de todo el Paí­s sino de importantes inversiones en equipamiento y calidad educativa, dotación de profesorado, gestión de Centros, y cobertura para la población desfavorecida en su acceso a los diferentes niveles educativos, hacia otro objetivo cuantificado: el 1% del PIB en Ciencia, Tecnologí­a e Innovación.

Y ,como no podí­a ser de otra manera, la reorientación presupuestaria y su financiación exigirá una profuna reforma en su Hacienda y reorganización de la Administración Pública y sus prioridades de Gasto.En especial, dado otro de los grandes compromisos adquiridos: la salud. El compromiso de una universalización real de la asistencia sanitaria obligará a grandes esfuerzos.

En definitiva, una buena noticia.Sin duda, la implementación de este PACTO exigirá un complejí­simo proceso no exento de enormes dificultades, desencuentros y desviaciones.Pero,por encima de todo, y en los tiempos que corren, que un gobierno inicie su mandato de la mano de un compromiso con su oposición,de tal envegadura, merece nuestra felicitación y reconocimiento.