De la mano de mis amigos de la Institución Futuro ( www.ifuturo.org ), he tenido acceso a una interesante publicación ,dentro de su serie sobre el Atlas de las iDeas ,en relación con los efectos positivos que pudieran desprenderse de la innovación en Asia. Los autores ( Leadbeather y Wilsdon) realizan un estupendo breviario analítico de el estado de la ciencia y la investigación en tres espacios potenciales de innovación ( China, India y Corea del Sur) con el doble objetivo de contextualizar la realidad de los inputs observables en dichos espacios y , en segundo lugar, provocar recomendaciones de actuación para el Reino Unido, extensibles al resto de la Europa de vanguardia ( hasta el momento).
La singular manera de abordar este analisis, además de atractiva, resulta impactante para contextualizar los datos, realidades y tópicos generalizados que recorren el mundo de los diseñadores de políticas favorecedoras de la innovación. Por encima de todo, en mi opinión, debe destacarse la inexistencia de un sistema de innovación próspero en dichos espacios. Existen sí, en diferentes estadios de desarrollo y éxito, multitud de indicadores relevantes y de gran interés para nuestro aprendizaje, si bien la cantidad de ingenieros y científicos graduados,la creciente presencia de empresas internacionales de prestigio, el desplazamiento de Instituciones educativas y de Investigación a dichos espacios en una acelerada política deslocalizadora, los recursos ingentes destinados a la materia, la cantidad de indios, chinos y coreanos-en este caso- que llenan los estudios de doctorado y centros de investigación en los Estados Unidos y Reino Unido,son verdaderamente loables, impresionantes en dimensión e iniciativas y ,sin duda, portavoces adelantados de un nuevo estadio de desarrollo por llegar a estos paises. No obstante, como en otras áreas clave de la innovación,la competitividad y la prosperidad, su presencia aislada, alejada de una estrategia coherente y focalizada,la desinstitucionalización del esfuerzo y la inexistencia de un espacio real y sistémico de innovación consiguen resultados aislados demasiado alejados del reto real no ya solamente de estos paises si no del mundo de la innovación en general.
En este contexto, su traslación a Europa, en términos de recomendaciones , pasa – a juicio de los autores-por una serie de principios básicos que han de articularse debidamente:
1) Desencadenar la colaboración colectiva
2)Atraer talentos
3)Crear bancos de conocimiento
4)Dirigir la ciencia global hacia objetivos globales
5) Saber que es lo que se quiere hacer.
Para muchos , estas recomendaciones parecerían elementales y responderían al consabido » es lo que estamos haciendo hace tiempo». Convendría preguntarse si es verdad o si detrás de las etiquetas generalistas hay una proposición única de valor debidamente articulada y comprometida.No se trata de saber si acertamos en el diagnóstico o en el camino propuesto sino de sí el compromiso es firme, el proceso está debidamente articulado, institucionalizado y dirigido, y si lo abordamos en un sistema completo de innovación o nos conformamos con unos pocos jugadores e indicadores exitosos ( ó aprentemente exitosos).En todo caso, el aprendizaje desde estos tres espacios merece la pena. Cabe preguntarse hoy, si más allá de indiocadores input espectaculares ( más en lo cuantitativo que en lo cuantitativo) asistimos a la emergencia de tres espacios líderes y exitosos de referencia o si por el contrario, debemos explorar con más detalle los avances cualitativos y la capacidad generadora de plataformas innovadoras completas en nuestros espacios de desarrollo.Volveremos , en todo caso, sobre este asunto más adelante.