Amanecemos rodeados de cuatro noticias críticas-en diferente dirección según se lean- que condicionan de forma esencial nuestro futuro y , sobre todo, habrán de condicionar nuestra actitud ante el mismo:1) la esperanzada toma de posesión ( !por Fin !) del Presidente Obama precedida de una positiva expectación cara a la posible transformación-superación de las políticas globales del ex-Presidente Bush y orientadas, en lo económico, a una serie de programas de inversión pública focalizados en salud y bienestar,infraestructuras y enregías renovables con el empleo como motor objetivo del cambio prometido; 2)la tregua unilateral en Oriente Medio que frenaría- al menos de momento- la atroz matanza vivida en las últimas semanas y que,siendo lo menos importante cuando de vidas y derechos humanos se trata- el compromiso de un intento especial por la reconstrucción de la Gaza destruida; 3) el Acuerdo del Gas Rusia-Ucrania-Unión Europea que posibilita el suministro de «supervivencia» en el inmediato plazo y bases aparentes de una solución estructural de futuro ; 4) las estimaciones que sobre el futuro inmediato de la economía europea- y , en especial, española- adelanta la Comisión Europea.Cuatro luces críticas que aparecen en un contexto de profunda crisis económico-financiera internacional cuya dimensión , duración y palanca de solución parecen escasamente identificadables.
Ante un panorama como éste, parece inevitable insistir en la necesidad-obligación de superar la corriente y dejar de apoyarnos en los vientos del corto plazo.Si nos dejamos llevar,por ejemplo, por las declaraciones del Vicepresidente económico del gobierno español y su contraposición por los mensajes del Comisario europeo Sr. Almunia ,concluiríamos que-matices y discusiones mediáticas aparte- la proyección de variables macroeconómicas ofrecerá,de forma irremediable, un escenario de destrucción galopante de empleo llevando a España a una tasa de desempleo del 20 % a primeros del 2010 y evitará pensar en síntomas estables de recuperación hasta no antes del 2011.En medio,la renovación del modelo de crecimiento español basado en el ladrillo y soportado en un excesivo endeudamiento exterior parecería tarea cuasi-imposible en el corto y medio plazo.¿Y donde están los agentes económicos,sociales e Institucionales para actuar de manera decisiva en la microeconomía para evitar contemplar el mundo como si no hubiera capacidad de actuación?¿Quien va a competir para ganar el futuro? ¿quién será capaz de ofrecer a la sociedad un camino para la recuperación y la prosperidad e instrumentar un margen de maniobra que lo posibilite? Es claro que el VP económico Sr. Solbes NO. Ha proclamado que no le queda margen de maniobra y ,eso sí, afirma que el número de parados no llegará a 4 millones( parecería que inventar números mágicos evitan lo dramático de la situación).
En este escenario negativista que vivimos, vuelven a inundar nuestras lecturas los vaivenes y mensajes cíclicos que rodean al Management:las recomendaciones y decisiones empresariales vueleven a centrarse en el interior cortoplacista de las operaciones de las empresas,congelando contrataciones de personal,reduciendo gastos de formación,investigación e innovación,paralizando inversiones y decisiones de futuro,etc.Y es precisamente este el mayor acelerador de la profundidad de la crisis.Las soluciones críticas del corto plazo han de abordarse en base a una orientación de futuro.
Hace unos días, en una sesión de reflexión en una empresa multinacional,analizábamos la coyuntura y las previsiones de negocio para el próximo ejercicio y ,con independencia de las estimaciones probables que el mercado -debidamente segmentado-ofrecía, las recomendaciones corporativas globales parecían recomendaban una generalizada contracción en un mensaje de » wait and see» ante el clamor externo de «todo va mal», con aparente renuncia a fortalecer los pasos y escalones de futuro.Contraponíamos, entre otros, un recinet Informe ( Ultimo Informe anual de Competitividad) sobre Competitividad, Productividad Y Progreso Económico del Canadá del Instituto de Prosperidad de Toronto ,remarcando su recomendación en la apuesta por construir futuro más allá de las dificultades críticas del momento. Afrontar los problemas concretos sí, pero hacerlo en el marco de una estrategia de futura. Qué el esfuerzo corto placista esté alineado con la apuesta real de futuro deseada.Lo que volviendo al caso mencionado para el Estado español nos llevaría a recordar que no basta con esperar al 2010 para comprobar quien tenía razón en las estimaciones de paro y tiempos de recuperación, si no quien y cómo ha de actuar sobre la totalidad de la cadena de valor de la vivienda ( suelo,territorio,construcción,financiación….) para construir un modelo de crecimiento diferente al del pasado ó quien va a intervenir, de verdad, en la industria financiera para que el esfuerzo público realizado llegue al deudor,al ciudadano y empresario normal que ve paralizado su mecanismo natural de financiación,por ejemplo.
Tiempos complejos que exigen una actitud ni derrotista ni conformista. Un realismo esperanzador pero que solamente llegará si se transita, con decisión y pasión, hacia él.Sí al irremediable corto palzo y sus reglas del juego, pero en el marco de la verdadera estrategia de futuro.Convertir, de la mano de la esperanza creativa, los problemas y dificultades en decisiones y soluciones.