Hoy hemos conocido los pilares del borrador de una nueva reforma de las administraciones públicas en el estado español.
La crisis económica por la que atraviesa España no solamente ha venido a demostrar las enormes debilidades y pies de barro sobre los que cimentaba un crecimiento artificial, una competitividad mal entendida y relevantes falsedades que ,a base de repetidas, constituían una aparente «verdad» aceptada que parecía garantizar un permanente crecimiento y sobre la que se apoyaba una insultante prepotencia de ejecutivos express que se pavoneaban a lo largo del mundo en el interior de sus burbujas particulares financiadas por las multinacionales emergentes al amparo del favor oficial «privatizador».Su insano crecimiento financiado o pseudo protegido por el intercambio de «papeles» terminaron estallando,poniendo en evidencia la fragilidad de un sistema financiero del que se presumía «como el mejor del mundo». Bastaron dos estornudos para demostrar que las Autoridades del Banco de España, los reguladores,órganos de gobierno y dirección de las entidades financieras ni controlaban, ni planificaban, ni gestionaban ni sabían por donde les daba el aire para recurrir al rescate del denostado Estado para que tirase de us presupuestos públicos, acelerara sus niveles de endeudamiento y terminara incumpliendo compromisos con su club europeo, con los proveedores, con los ciudadanos y no haya tenido otra opción( aparente) que recurrir a una desenfrenada cadena de recortes y ajustes de gasto, incremento de impuestos y ,sobre todo, la justificación de actuar sobre las políticas públicas bajo el reclamo de una supuesta eficiencia y modernización de las Administraciones Públicas.
Bajo esta bandera, aplaudida sin suficiente reflexión gracias a la demagogia dominante de «cuanto menos gobierno mejor» se ha instalado una larga e intensa carrera para destrozar las otroras claves del desarrollo económico y bienestar de los ciudadanos,productividad y eficiencia de sus empresas y generación de riqueza e innovación que habían llevado a creer que se tenía la oportunidad de acceder a los grupos priviliegiados del liderazgo económico mundial.El espejismo se ha convertido en un destrozo de nada menos que el 50% del mercado financiero,llevándose por delante-sin alternativa alguna- el sistema de Cajas de Ahorro argumentando su politización y dependencia de los intereses y políticas públicas en contra de los mandatos del mercado.Este destrozo no ha sido suficiente y la nueva bandera de la centralización surge con aires renovados llegando hasta el máximo de la prometedora eficiencia anunciando nuevas reformas que pasen por disponer de un único Boletín Oficial ,de un falso «mercado único», de una «ventanilla única»,de un monopolio de apariencia privada dominado por el amigo público de turno, bajo el descontrol de un gabiente de gobierno que, semana a semana, dicta decretos-ley,incomprensibles, imposibles de seguir bajo la supuesta competencia de abogados del estado y técnicos comerciales que, en su día, aprobaron un listado de temas en una oposición memorista para dirigir un gobierno que ha sido incapaz de decir hacia donde pretende llevar este otrora «Estado autonómico»-
Todavía hace no más de dos años, en cualquier foro medianamente ilustrado, se destacaba el modelo descentralizador de los últimos años-con sus ineficiencias y desarrrollo pendiente- clave en el éxito del crecimiento y «milagro español».Hoy se ha convertido en el principal culpable.Sin duda alguna, el gobierno español ha conseguido utilizar y manipular la crisis para facilitar una importante desafección con el modelo que ellos mismos gerenciaron durante años.Lejos de cualquier autocrítica a su mala gestión,sus corruptelas no controladas y su perversa utilización del poder autonómico generado,han decidido detruirlo y concentrar «el poder,la ideología y el pensamiento» en unas pocas manos ,desde Madrid,por supuesto.La crisis seguirá su curso pero no es cosa suya. Algún día, «la locomotora alemana, europea, mundial» resucitará y volverá a generar los 6 millones de empleos necesarios para recuperar la sonrisa. Entonces, serán otros quienes reconstruyan instrumentos financieros, administraciones innovadoras descentralizadas, servicios eficientes, prácticas participativas y buen gobierno.Entre tanto, ¿habrá que soportar la llamada nueva reforma de las Administraciones Públicas que preparan los expertos de la patronal CEOE,los sindicatos ,el Gobierno y un par de catedráticos recurrentes cada vez que se observan oportunidades para recentralizar y destrozar el sector público?