Hemos dicho de forma reiterada que en «COMPETITIVIDAD todo importa «. Mas aun cuando se trata de asuntos ordinarios que viven y padecen los ciudadanos, clientes o consumidores medios en las diferentes economías. Así , una manera de acercarnos, si bien de forma parcial pero relevante, a la competitividad de la economía española es observar lo acontecido a lo largo de este último fin de semana en una industria significativa como es la del transporte ,mas en concreto aéreo.
La gravedad de lo sucedido con la compañía AIRMADRID (sobre todo a sus clientes) excede no ya las mínimas cotas de dignidad y respeto a las personas si no las más elementales normas de funcionamiento y servicio de una empresa que pretende sobrevivir en el mercado. Las explicaciones de la Ministra de Fomento no son mejores. Hemos sabido que las autoridades han seguido continuamente el rumor y malestar de la calle que, desde el inicio de operaciones de esta compañía-de la mano de relevantes entidades que en su día apoyaron el lanzamiento de tan singular y novedosa iniciativa empresarial- advertía de serias irregularidades, retrasos permanentes, abandonos en aeropuertos lejanos, etc. Han suspendido vuelos y han retirado aeronaves para evitar «problemas de aeronavegación».Y así hasta llegar al caótico y más que tercer mundista espectáculo de estos días. Un claro ejemplo de nula competitividad, entre otras cosas.
Adicionalmente, menos grave dado el alto nivel de desatención observado, durante el fin de semana (hoy seguimos igual), otro elemento de clara ausencia de competitividad se da de la mano de AENA y el aeropuerto de Barajas con su flamante Terminal 4 así como sus innovadores servicios vanguardistas en el mundo tal y como rezaba la publicidad de las tantas veces inaugurada Terminal. Resulta que el Sistema Automático de Transporte de equipajes sigue sin funcional y está fuera de control. Quienes cometimos el error de viajar la pasada semana y volver a casa el sábado por ejemplo, estamos disfrutando de ya ahora más de 80 horas con el sistema «fuera de control» en el que los operarios de la compañía IBERIA no son capaces de decirnos si el equipaje en cuestión está en algún lugar concreto («sabemos que su equipaje fue localizado en Madrid el sábado, pero no hemos vuelto a saber nada de él. Tan pronto como tengamos noticias nos comunicaremos con Ud…»). De esta forma, gracias ala suerte de pertenecer al selecto club de viajeros frecuentes, iberia nos atiende de forma especial rescatándonos del largo filón de incomunicados que dejándose llevar por las indicaciones de la empleada que nos/les atendió al efectuar la reclamación de la maleta, creyeron-inocentes-que el teléfono de información facilitado iba a ser contestado por alguien. Más allá de la queja individual, llamaría la atención de una serie de cuestiones que alguien debería resolver en aras de una competitividad tan anunciada y deseada ( grandes objetivos de la Agenda de Lisboa):a) quién es el responsable del diseño, contratación, construcción ,instalación, operación y mantenimiento del tan famoso sistema automatizado de equipajes de Barajas?, qué empresa o empresas han participado del mismo?;b) quien es el responsable del diseño, instalación, operación y mantenimiento de los sistemas de atención al cliente de las empresas carrier o de transporte implicadas?,c) por seguir el relato de fin de semana, quien es responsable de la asignación de recursos a los diferentes servicios públicos que ofrecen ( como servicio de equipajes, por ej, en el aeropuerto de Bilbao que hace que tan solo una persona atienda el servicio con una nada despreciable cola de un mínimo de 30 personas a las 9:00 de la mañana de un sábado? …..Y ya puestos, alguien se ocupa del estado de las cosas en los aeropuertos? Por ej, en el citado de Bilbao, nadie se ha dado cuenta desde su inauguración que no hay semana que la puerta de cristal que separa la sala de llegada de viajeros del área internacional está siempre rota o astillada con cintas de celo pretendiendo cubrir el desaguisado? Además de impresentable, resume la imagen de que cualquier visitante puede llevarse de la competitividad del país y su industria. Sería difícil explicarle que la incapacidad e incompetencia de un sistema monopolístico, administración centralizada absurda de algo tan elemental como un aeropuerto y su mantenimiento y un organismo fuera del control próximo no son un mal generalizado. Es tan solo cuestión de AENA, el Ministerio de turno, la Delegación del Gobierno…Esto es competitividad (o mejor dicho, ausencia de competitividad.
Grandes estrategias, enormes recursos y al final, el día a día y la incompetencia de unos pocos, generalizan un sistema ineficaz. Al fin y al cabo, como explican quienes deben responder a tus demandas,» el sistema está fuera de control y no podemos hacer nada. Le llamaremos cuando tengamos noticias…».
Confiemos que esta no sea la actitud mayoritaria. Por el bien de nuestra competitividad y bienestar.