Como viene siendo habitual desde su creación hace siete años, el Profesor Michael E. Porter convoca a la red de profesores e investigadores de la red MOC-Harvard ( Microeconomía de la Competitividad) a un workshop en el que tenemos la oportunidad de repasar lo realizado a lo largo del año, intercambiar experiencias y proyectos y discutir nuevas líneas de trabajo en el mundo de la Competitividad. En esta ocasión, somos ya 92 las Escuelas e Institutos que a lo largo del mundo nos hemos ido incorporando al proceso y son más de 11.000 los graduados de nuestros cursos MOC sobre conceptos, marcos de referncia y maneras comunes de entender la compeititividad, como base, adicionalmente, de más de 160 iniciativas de clusterización en las que se ha trabajado a lo largo del mundo en los cinco continentes.
Pues bien, en esta ocasión,hemos tenido la oportunidad de destacar una serie de novedades de relevancia que me parece de interés compartir:
1) El avance del nuevo índice de competitividad que habrá de utilizar el World Economic Forum, de la mano de Porter, para medir y comparar la competitivitividad, integrando la totalidad de indicadores ( GCI – Global Competitiveness Index ),introduciendo nuevos elementos de control ( tamaño, encuestas ,peso de la macroeconomía y el marco Institucional en según que estadios de desarrollo…), afinando encuestas base para su elaboración,y aproximándose a un mejor entendimiento de la competitividad. Los avances observados darán mucho que hablar en los próximos meses al observar el ranking comparado de países y sus fluctuaciones interanuales.Desgraciadamente,aún estamos un tanto lejos de ofrecer el mencionado indicador en el nivel infraestado y regional,esencialmente relevante, en sustitución de esta referencia estatal que distorsiona la realidad en términos de riqueza y prosperidad entre regiones dentro de un mismo Estado. De mayor actualidad, si cabe, dada la crisis financiera en que nos ecncontramos y la denuncia generalizada a la deficiente gestión de la otrora idolatrada globalización sin matices.
2) La evidencia de una mayor eficiencia competitiva en el seno de la economía clusterizada que en aquellos agentes individuales no integrados en un cluster determinado. Tras muchos añod de estudio , en los próximos meses se hará público un detallado trabajo de investigación del mencionado ISC ,a partir de la estadística y mapeo de clusters en la economía estadounidense que permitirá aflorar el tan demandado soporte estadístico a una evidencia empírica amoliamnete generalizada,
3)La cada vez más sólida integración de las estrategias sociales y las estrategias económicas como fuentes inagotables de competitividad y claros rectores de la auténtica responsabilidad social de las empresas
4) el cada vez más determinante rol de las ciudades y regiones liderando los espacios de analisis y decisión en detrimento de la macroregión y/o estado, tan alejados de la capacidad real de transformar lassociedades demandantes de propsperidad y bienestar.Desde lo local se pueden resolver con éxito las necesidades de un mundo global mientras que desde ópticas globales resulta imposible acertar en la respuesta micro-local demandada.
Estas líneas fuerza, más allá de otras muchas consideraciones de gran valor en el marco competitivo,se verán reforzadas por una nueva estructura y orientación de la propia red ( Red Moc-Harvard) que permitirá, sin duda,gnerar una militancia activa hacia la generación de conocimineto, facilitación de iniciativas en aras de un nivel sostenible de prosperidad a lolargo del mundo. Tras esta visión, se potencia la red desde una experiencia real y resultados observables.
Mientras que pese a la moda al uso en materia de competitividad continúa provocando encendidos debates sobre conceptos básicos, el acuerdo sobre su contenido -único en el seno desta potente red-permite avanzar en su optimización acercando soluciones reales a demandas-problemas evidentes de los ciudadanos, las empresa, los gobiernos y los territorios.Un paso más a favor de la competitividad y riqueza generalizables.