EUSKADI Y SU COMPETITIVIDAD: el dí­a después.

      ¡ Los vascos estamos de enhorabuena!       En estos dí­as,celebramos una de las mejores( si no la mejor) noticia de los últimos 52 años:»el cese definitivo de la actividad armada de ETA».

       Ante esta extraordinaria noticia-que habrá que gestionar de forma adecuada en un ,sin lugar a dudas,complejo proceso hasta la disolución final de la organización terrorista y  la normalización del Paí­sno voy a insistir, aquí­, en los numerosos analisis y estados de opinión que conlleva en ese marco  de alegrí­a y esperanza generalizado en que vivimos sino en una de sus múltiples, a la vez que relevante, consecuencias «colaterales»: la competitividad y el bienestar de la Sociedad vasca.

      Así­, acorde con las cuestiones objeto de este espacio,merece la pena resaltar algunos elementos relevantes que esta noticia conlleva,ofreciendo una extraordinaria oportunidad para dar un gran salto cualitativo hacia la competitividad de Euskadi, sus empresas, instituciones, organizaciones y personas hacia un nuevo estadio de bienestar y desarrollo económico y social.

       Estos dí­as, entre los discursos y escritos de adhesión a la apuesta por la paz y desarticulación de la llamada lucha armada, personalidades internacionales como el ex primer ministro británico,Tony Blair, y su Ministro de exteriores, David Midbland,nos hablan del «dividendo de la paz» si bien lo acotan al inmediato ahorro en costes en materia de seguridad, cuyo importante monto habrí­a de reconducir hacia inversiones productivas de tanta utilidad en el contexto de la crisis actual,más allá de el verdadero beneficio personal y moral que conlleva.Pero, siendo este capí­tulo de ahorro evidente,no es ni el más relevante ni el mayor de los aceleradores y dividendos del hecho histórico señalado.

          El Paí­s Vasco es hoy caso de referencia y estudio internacional como consecuencia de su exitoso tránsito desde una economí­a en declive a una nueva economí­a innovadora y puntera basada en una estrategia  sostenida- y sostenible- haciendo de la industria avanzada y sofisticada,debidamente clusterizada e interrelacionada con espacios abiertos ,su fortaleza y propuesta de valor diferenciada. Una estrategia construida desde una actitud innovadora permanente  en el marco de procesos colaborativos entre todos los agentes implicados en su desarrollo y desde un especial y cuidadoso modelo de partenariados público-público y público-privado,con el soporte crí­tico de una red social de bienestar.Estrategia que posiciona al Paí­s en una posición de privilegio en el entorno en que se mueve.Y este exitoso desarrollo se ha producido en el seno de una región «compleja» azotada por el terrorismo y la devastadora influencia que supone,

           Hoy, el dí­a después, los obstáculos se derrumban.Ya no hay más excusas ( objetivas y subjetivas) para renunciar a la inversión ( extranjera, interna, privada y pública de determinados agentes) necesaria y rentable.Ya no hay excusas para impedir el desarrollo de polí­ticas y estrategias «naturales» en favor de la colaboración intra-inter regiones, a ambos lados de la frontera, en un espacio vasco natural,claramente favorecedor de sinergias-también económicas- ni para la supeditación de compromisos tomados a la existencia de una situación » anormal».Es momento de nuevos modelos ( que no sustitutivos de aquellos que provocaron el llegar hasta aquí­ ni empezando de cero) que optimicen as relaciones laborales e industriales, la colaboración y participación de todos en las decisiones empresariales,en la renovación del impulso creativo de un nuevo futuro al que aspiramos.Obstáculos desaparecidos que habrán de aumentar el sentido de pertenencia de tantos que no se sentí­an confortables en un espacio como el que debí­amos soportar,incrementar nuestra auto estima y redoblar nuestra convicción y cpacidad para decidir un nuevo futuro y comprometernos en él.Es, por tanto, un «dividendo de la paz» no en términos de coste sino de ingreso-beneficio.Los costes serán un ahorro inmediato pero el verdadero impacto estará en las nuevas oportunidades, en la actitud de las personas, en el esfuerzo emprendedor, en las relaciones industriales,polí­ticas y económicas normalizables, en el renovado rol de la polí­tica,las Instituciones-Obstáculos desaparecidos que permitirán que las buenas noticias, que la proyección de nuestro esperanzado futuro, no deba acomí ñarse de un discurso justificativo de la existencia de la rémora padecida.El dividendo de la paz inunda la competitividad en su mejor expresión del término.

         Hoy es el dí­a en que las agencias de rating, en coherencia con sus decisiones anteriores en que se permití­an rebajar nuestra calificación( hoy aún entre las mejores del mundo y,en especial,de nuestro entorno próximo),en base a la «incertidumbre ante nuevos escenarios con un creciente nivel de endeudamiento»,deberí­an mejorar con rotundidad nuestra deuda Paí­s como consecuencia del nuevo escenario.Hoy, Euskadi,ha redoblado su valor en alza.

          Hoy, el dí­a después,desde sus fortalezas ,el Pais Vasco se encuentra ante una extraordinaria oportunidad de mejora no ya solamente por el hecho de remover las barreras asociables a la existencia de ETA sino por abrazar los beneficios intangibles que conlleva.Se refuerza un futuro esperanzador para recorrer un camino que hemos sabido recorre desde la adversidad, de manera exitosa.Un nuevo tiempo que nos anima a reforzar aquellos elementos clave que nos han hecho posible llegar ahasta aquí­: liderazgo compartido público-público y público-privado, construir una economí­a solidaria, apostar por aquellas actividades para las que nuestro capital humano está preparado, instalarnos en la estrategia y la innovación permanentes, abrirnos al mundo desde nuestra convicción de que identidad, pertenencia, cohesión son imprescindibles para un mundo en el que mientras más se abre ,internacioaliza y «globaliza», el efecto local se convierte en el elemento diferencial del éxito.Una economá al servicio de las personas.

         Es,por tanto, un nuevo tiempo para potenciar una estrategia d competitividad, en solidaridad,construyendo un espacio de bienestar.Hoy más que ayer, nuestro futuro depende de nosotros.

¿NUEVOS TIEMPOS y NUEVOS MODELOS?

        Como miembro del Consejo Asesor para la Competitividad ( Global Advisory Council for Competitiveness),he tenido la oportunidad de participar, a lo largo de la semana, en el Encuentro Anual de los diferentes Consejos Asesores del World Economic Forum celebrado en Abu Dhabi.

         En esta ocasión, el objetivo y reclamo de la Cumbre pasaba por preguntarnos si vivimos nuevos tiempos y si nuestro compromiso con mejorar el «estado del Mundo»,se enfrentaba a verdaderos nuevos tiempos necesitados de nuevos modelos. Sin duda alguna, un diagnóstico general vuelve a poner en el centro del debate,más allá de la crisis económica y financiera por la que atravesamos ( algunos se atreven a proclamar de forma abierta que no se trata de una crisis global si no de una crisis de la economí­a y modelo coccidental-«la economí­a blanca»– que experimenta un claro punto de inflexión ante la emergente presencia y dominio de nuevos jugadores, nuevas culturas y nuevas maneras de generar crecimiento y,sobre todo, desarrollo económico) la presencia de una generalizada desafección de las aspiraciones reales de los ciudadanos respecto de las ofertas de los paí­ses, las empresa, sus gobiernos y dirigentes,en una dinámica de insatisfacción, carencia de liderazgo, incapacidad de acompasar la dualidad económca en términos de creación de empleo y riqueza,de forma igaulitaria, equilibrada y sostenible.Se tratarí­a de afrontar nuevos tiempos, con nuevos actores, y nuevos modelos.

      En este complejo reto, en el campo de la Competitividad ( en la que toda varable económica y social resulta relevante),se trataba de alcanzar un primer consenso: ¿conocemos,en realidad, el «viejo modelo» para saber que es lo que debemos modificar en lo que llamarí­amos «nuevo modelo»?, ó,por el contrario, se trata más de poner el acento en hacer posible y real el modelo previamente definido.¿Qué ha cambiado?.Quienes allí­ discutí­amos, provenientes de múltiples y variadas «escuelas de pensamiento» ,desde diversas experiencias y compromisos personales en los mundos de la empresa,los gobiernos, la Academia o las Instituciones Internacionales multilaterales, afronamos el reto desde diferentes perspectivas y modelos base de partida.Para algunos la novedad reside en incorporar objetivos sociales, para otros nuevos estilos de gobernanza, para otros el espacio natural,local o regionalizado de la economí­a competitiva a considera, o bien la prioridad en la innovación,el empleo o la educación,o el amyor o menor peso de los gobiernos o la inevitabilidad de repensar la empresa, sus modelos de gobierno y gestión así­ como las maneras de democratizar la aprticipación de todos los actores presentes y grupos de interés («stakeholders») en el proceso de toma de decisiones,conttrol y acceso al beneficio generado. Así­,para quienes llevamos años  concibiendo la Competitividad con adjetivos sociales ( «… en solidaridad,glokalizada, innovativa,completa,participativa….») nos parece tratarse más de la aplicación efectiva de «nuestro viejo modelo» que del invento de uno nuevo.

      Con estas reflexiones de fondo,nuestra debilitada y enferma Europa ha hecho pública una nueva propuesta de «Polí­tica Industrial«.Su lectura apresurada nos lleva a dar la bienvenida a los nuevos conversos.Unas recomendaciones que parecerí­a copiadas de viejos documentos de hace una veintena de años.La crisis parece poner el acento en la industria y los servicios relacionados con ella más que en la sustitutiva lí­nea de servicios,aconseja clusterizar rompiendo silos mono-sectoriales; decubren la fuerza de la cooperación público-privada:alumbran la presencia de fuentes generadoras de innovación,riqueza y competitividad en «todas las industrias y actividades económicas» y no solamente en las tres o cuatro «dominantes y de supuesto futuro»; recomiendan estrategias locales ( o glokales) ;sugieren centrar las polí­ticas de gobierno en la industria e incorporar acciones alineadas con las mismas desde Economí­a y Finanzas, educación, agricultura, empleo, ycontemplar la sanidad, educación, bienestar también como fuentes de actividad económica competitiva…

      En fin.Parecerí­a que ambos debates ,coincidentes en el tiempo, aconsejaran ,antes de nuevos saltos hacia nuevos modelos, entender los mal llamados «viejos modelos»,evitar dejarnos seducir por el glamour del invento permanente de la rueda,comprender que nuevas etiquetas y denominaciones no eliminan conceptos reales previos.Más economí­a real, menosfuegos de artificio, más compromiso real y profundaidad en los problemas y soluciones y más realismo compartido.

     Así­, efectivamente, abrazaremos «Nuevos modelos para nuevos Tiempos».