Innovación y Competitividad para el Athletic Club de Bilbao. ¿Una referencia para la competitividad?

El ritmo de una ciudad y el relativo optimismo de su gente resultan elementos relevantes en la competitividad de sus empresas e instituciones. Dichos factores y actitudes son claramente influenciables por el comportamiento de sus equipos representativos y mas aún, si cabe, cuando el equipo en cuestión esta í­ntimamente asentado como un valor en la propia sociedad.

 

Es este el caso del Athletic Club de Bilbao. Su legado histórico, su filosofí­a no escrita respecto de la composición de su equipo, la circunstancia de no haber jugado nunca en 2ª división y su plena identificación con la ciudad y el Paí­s, además de su singular masa social, le hacen transcender de su papel estrictamente deportivo y futbolí­stico. Así­ las cosas, no es de extrañar que su pésimo posicionamiento en el torneo de liga y su mas que evidente riesgo de descender a la segunda división profesional conviertan cada semana en una relativa agoní­a desde el pesimismo y lo conviertan en tema central de discusión y preocupación.Mientras el Athletic se hunde semana a semana (pese a que mantenemos una esperanza no fundada en que salvará la ruina inmediata y encontrará una nueva manera de volver a ser competitivo) es objeto de un extraordinario apoyo institucional para dotarle (en especial a la ciudad mas que al propio club) de las mejores instalaciones posibles construyendo un nuevo estadio  o de inyectarle un extraordinario fondo financiero para que su Fundación posibilite la formación y desarrollo integral y deportivo de niños y jóvenes y la extensión del deporte (futbol) por el territorio. Coincidentes balones de oxí­geno con una caótica dirección (empresarial y deportiva), una ausencia real de impulso y control societarios y un incierto movimiento

especulativo de futuro tras posibles candidaturas para hacerse con la dirección del Club a partir del próximo verano.En este contexto, grandes causas parecerí­an explicar el acusado abandono de su competitividad cayendo con facilidad en la asignación de culpabilidad bien en los jugadores o en la filosofí­a (simplificada en términos de jugar o no con extranjeros). Desde esta tribuna, hemos insistido que en COMPETITIVIDAD todo importa. Hace tiempo que el Athletic ha abandonado la articulación de una estrategia competitiva consistente: 

a)      Ha renunciado a definir una visión y proposición única de valor. (¿es un equipo de futbol que pretende situarse en el liderazgo de las competiciones europeas, sobrevivir en la liga española, ser el mejor situado de los equipos vascos? ¿su objetivo no es otro que formar jóvenes deportistas vascos y/o de su cantera con independencia de los resultados que se obtengan? ¿pretende generar unos determinados resultados económicos?…)

 

b)      Proclama como hecho diferencial de valor su filosofí­a, no suficientemente explicitada y desarticulada en su práctica. ¿es un equipo en el que no juegan extranjeros? o ¿solamente hechos en su cantera? Las trampas y atajos históricos son más que evidentes. Si vasco es todo aquel que vive y trabaja en Euskadi, seria razonable que el hecho diferencial de su filosofí­a no sea otro que el hecho de formarse en la cantera. Entonces, ¿Qué significa ésto? ¿es un jugador de cantera quien se forma en el espacio fí­sico de Lezama o en algún club sujeto a Convenio? (¿en que territorio debe estar situado?), ¿hasta que edad? ¿con qué requisitos de práctica profesional en otros equipos y lugares del mundo?
c)       ¿Qué atributos son exigibles a sus jugadores? ¿deportivos, profesionales, integrales?
d)      ¿Qué criterios y responsabilidades asumen sus sucesivos directivos,
management deportivo, empleados y gestores? ¿obedece su gestión a una estrategia definida?
e)      ¿Dónde reside su viabilidad económica?
 Como toda entidad (empresa o no), el Athletic requiere formular una estrategia concreta, articular planes y medios para lograrla, gestionarla y controlarla de forma adecuada. Este y no otro (
a veces llamados milagros) es el camino de su futuro; construyendo un Athletic competitivo en el medio y largo plazo. No caben atajos.

Ahora bien, antes de abordar tan inevitable y compleja necesidad, la urgencia crí­tica resulta inaplazable. ¿Qué hacer hoy para salvar la grave crisis que lleva el equipo a segunda división? ¿Qué hacer en los escasos diez partidos que restan para el final de temporada? Lo único que no se puede cambiar son los jugadores. ¿cabe hacer algo sobre ellos para que adquieran las competencias de las que han demostrado carecer para sobrevivir? O, por el contrario, ¿no han demostrado sus competencias porque nadie ha sabido orquestarlos debidamente? ¿hay alguien capaz de tomar una decisión asumiendo el alto riesgo que conlleva?No cabe duda que si superamos la crisis, un nuevo management estratégico puede construir un nuevo escenario de competitividad sobre unos cuantos mimbres básicos: 

a)      Explicitar y practicar la filosofí­a de cantera formando e innovando jugadores-personal en un nuevo Lezama extendido a lo largo del mundo. 

b)      Financiar la estrategia con y desde los socios, con apoyo institucional y no al revés. 

c)       Aprovechar el regalo de la infraestructura ciudad de que dispondremos asociado al proyecto  San Mames Barria ,articulando actividades económicas estructurales que potencien la viabilidad económica del Club 

d)      Reformular la auténtica participación, representación y dirección democráticas del Club, y ,en especial,sus procesos electorales 

e)      Alinear, de forma consistente, la filosofí­a, estrategia y gestión, en lo deportivo, económico y social. 

Que los esfuerzos y esperanzas no fundados (milagrosamente) nos mantengan en primera división y podamos transitar hacia un nuevo escenario competitivo. Un equipo de futbol es más que una empresa y el Athletic más que un Club. Aún así­, hay lugar para las apuestas y respuestas en el campo de la competitividad. Estamos necesitados de estrategia, de dirección real al servicio del club y no al revés, de compromisos de todos ( sobre todo de jugadores y técnicos) y de dos planos convergentes de actuación decidida: 1) uno de inmediato reforzando el plantel deportivo para ser capaces de afrontar el medio plazo y 2) una profunda transformación equivalente a su reinvención. Ambos son alcanzables…si la suerte nos ayuda a sobrevivir la crisis de hoy. Esperemos así­ sea.Como en todo proceso competitivo, la suerte también es relevante.